La detención de Ariel Iván Colo Quarñolo (28) generó sorpresa en la familia de Norberto Martín Salzmann (51), el comerciante asesinado durante un asalto la tarde del jueves 16 de febrero en su lubricentro de calle Mitre casi Mathus Hoyos de Guaymallén. El entorno de la víctima no sospechaba de él como la persona que pasó el dato de los pesos y dólares que guardaba en una caja de seguridad en su vivienda, colindante al negocio. Sabían desde las primeras horas que hubo un entregador porque así lo hablaron con los pesquisas, pero jamás apuntaron contra él. Esto sirvió para la instrucción avanzara con el mayor de los sigilos.

Quarñolo no tenía antecedentes judiciales ni penitenciarios. Solo le figuraba una citación en un expediente que se inició el año pasado en la Oficina Fiscal Nº19. Lo que sí presentaba era un problema de adicción a estupefacientes, explicaron fuentes de la investigación que lideraron policías de la División Homicidios y la fiscal Claudia Alejandra Ríos. Y esto lo llevó a tener una deuda de 20.000 pesos con vendedores de sustancias ilícitas en la zona de Pedro Molina. No lo declaró en la causa pero le confesó su drogadependencia a los primeros policías que lo capturaron en su casa de calle Buenos Vecinos 2340 de Guaymallén, el jueves 23 de este mes.

El Colo pasó el dato a los malvivientes sobre la reciente compra de dólares de parte de la víctima. Y con eso creía que podía saldar la deuda. Pero todo terminó trágicamente porque la banda de cuatro asaltantes que ingresó al lubricentro con fines de robo ejecutó a Salzmann con un balazo calibre 9 milímetros después de darle un fierrazo en la cabeza, reconstruyeron los detectives del caso.

Todos los malvivientes estaban armados. Y uno llevaba una barreta para destrozar la puerta que conectaba el negocio con la vivienda particular de Salzmann. Los ladrones conocían cada rincón de la propiedad y creen que Quarñolo brindó esos detalles para que se movieran controlando la situación. Las cámaras de seguridad se transformaron en la prueba esencial de la causa que instruye Ríos.

Lo cierto es que el caso que impactó a la provincia tiene cinco detenidos y cuatro de ellos tenían vinculación con el mundo del hampa. Hubo un trabajo entre diversas áreas de Investigaciones para llegar a detener a todos los que se encontraban en la escena. Desde el día del crimen hasta la captura del último de los sospechosos pasaron 29 días.

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Los primeros dos sospechosos cayeron una semana después del ataque fatal, el jueves 23 de febrero. Brian Exequiel Garro (27) y Martín Carlos Falcón (35), compañeros de hechos delictivos, fueron capturados durante la mañana en Maipú y la tarde en Las Heras, respectivamente. Además de la coautoría del delitos de homicidio criminis causa (prevé prisión perpetua), ambos fueron acusados de robar un día antes a un vecino de calle Juan Isidro Maza la camioneta que utilizó la banda para llegar hasta la casa de Salzmann, una Chevrolet S10 blanca.

Garro fue sorprendido temprano en su vivienda de Colonia Bombal, en Rodeo del Medio. Este sujeto no tenía idea de que lo estaban buscando y le secuestraron el teléfono celular. Cuando los detectives trabajaron con las pruebas captadas por el circuito cerrado de cámaras, individualizaron que tres portaban armas de fuego y un cuarto tenía el fierro.

En algunas secuencias, se observó que llevaban guantes y gorras para evitar dejar rastros dactilares o se identificaran sus rostros. Uno de ellos, además, portaba una manga de tela para cubrirse los brazos. Se trataba de Garro: buscaba con esa prenda cubrirse el tatuaje de un león que tiene en el brazo derecho, pero la manga se bajó durante el asalto.

Las imágenes a color captaron la figura del animal y detectives de la División Robos y Hurtos aportaron lo que sabían: recordaron que el año pasado habían detenido a Garro en una causa en la que terminó desvinculado pero no se olvidaron del tatuaje.

Con esta información, se ordenó la captura. Garro declaró en la causa buscando algún tipo de beneficio a futuro e intentó desvincularse del asesinato de Salzmann, afirmando que nunca ingresó a la propiedad. No solo eso: aportó los alias de otros dos sujetos que integraban la banda: Polo y Zurdo, quienes con el paso de los días quedaron en la orden del día.

Más allá de eso, el jueves 23 también cayó Martín Carlos Falcón, señalado como el autor del disparo fatal. Este sujeto, oriundo del barrio San Vicente II de Guaymallén, y con un domicilio en la localidad de Chimbas, en San Juan, fue atrapado persecución después de una por Las Heras. Se movilizaba en un Gol Trend blanco que ya había sido captado por cámaras de seguridad y, finalmente, terminó tras las rejas cuando lo ubicaron cuando tenía la intención de ingresar a la Villa Güemes.

Falcón tenía antecedentes judiciales pero no registraba ingresos a la cárcel. Por ejemplo, fue imputado en causas de violencia de género en el 2015 y enero de este año. También lo investigó el Ministerio Público en expedientes por abuso de armas (disparo de arma de fuego sin herir producir heridas), robo simple, lesiones leves dolosas y amenazas.
Tres semanas pasaron para que detuvieran al resto de la banda.

El jueves 23 fueron capturados el citado Quarñolo, que no registraba antecedentes, y Jorge Daniel Romero, conocido como Zurdo.

Este hombre de 27 años fue captado en la casa de Salzmann vistiendo gorra, una riñonera que le cruzaba el pecho y un pantalón negro. Llevaba una campera azul y una pistola “plateada”. Se destacaba por su barba candado y vivía en la manzana D del barrio Jardines de Avellaneda.

Entre el 2013 y el 2020 fue investigado en causas por robo agravado, tenencia ilegal de arma, hurto agravado, robo agravado en poblado y en banda, portación ilegal y amenazas simples, violación de domicilio y daño simple. Estuvo en la cárcel.

Lo condenaron a prisión en suspenso por portación de arma de fuego de uso civil en el 2017 y lo detuvieron nuevamente en el 2020. A fines de marzo del 2021, dejó la penitenciaría luego de una absolución en la causa por amenazas y violación de domicilio.

Por último, la madrugada del viernes 24 de marzo fue detenido Sebastián Marcos Palacio Masmutti, de 28 años y conocido como Polo. Lo identificaron como el hombre que vestía camisa de grafa marrón cuando mataron al comerciante de 51 años. Primero allanaron su casa del barrio Paraguay pero no lo encontraron. Ese allanamiento tuvo su parte positiva: hallaron una barreta y una campera similar a la que habría utilizado en el hecho de inseguridad fatal.

Con el paso de las horas, los detectives obtuvieron información sobre su nuevo paradero, el asentamiento Loyácono de Guaymallén, donde vivía su suegra.

A las 2.15 de madrugada, lo sorprendieron mientras se encontraba con un grupo de conocidos tomando algunas bebidas alcohólicas hacia el oeste de calle Tabanera. Confirmada la identidad del hombre, nacido el 6 de julio de 1994, supieron que también tenía un antecedente del 2017 en una causa por encubrimiento. Lo investigaba el Tercer Juzgado Correccional pero terminó sobreseído en julio del 2020 por el Jugado Penal Colegiado Nº1.

En un principio, la Justicia había fijado la audiencia de prisión preventiva contra los primeros dos detenidos para el próximo 10 de abril. Sin embargo, al sumarse la semana pasada tres nuevas detenciones, es posible que sea reprogramada para que la fiscalía solicite que todos continúen tras las rejas mientras se termina de cerrar la instrucción.