“¿Cuál es su profesión?”, preguntó un policía. “Vendo drogas”, respondió David Rafael Barrera, como si no le hubiera importado absolutamente nada la presencia de los uniformados en su casa, donde comercializaba estas sustancias, quienes realizaron un allanamiento luego de una minuciosa investigación de varios meses.

       Barreda fue condenado por la Justicia federal a 6 años de prisión efectiva. El hombre tenía en su vivienda un “almacén” de marihuana y cocaína y era reconocido como El Chueco en el barrio Campo Papa de Godoy Cruz. La División de Narcocriminalidad, de la Dirección de Investigaciones, tomó conocimiento de la venta de estupefacientes luego de recibir un llamado anónimo el 15 de junio del 2005, que aseguraba que en el barrio Campo Papa sector 8 casa 47 había un sujeto robusto, de cabello semilargo, que se dedicaba a la comercialización de drogas.

      En virtud de esta información, comenzaron las pesquisas en las zonas aledañas a la propiedad. En reiteradas oportunidades, personal de Investigaciones observó llegar a personas, quienes se entrevistaban con el ocupante y se retiraban al cabo de unos instantes. Después de casi tres meses, y luego de que dos órdenes de allanamiento se vieran frustradas tras las sospechas de Barrera de que estaba siendo investigado, el 9 de setiembre del 2005 la Policía ingresó a la vivienda. Allí encontraron a Barrera parado al lado de una mesa, contando dinero junto a una bolsa de nailon con cigarrillos de marihuana.

       Luego de ser consultado sobre su profesión, indicó descaradamente que vendía droga. En el interior del domicilio, desparramados por toda la casa, encontraron numerosos elementos, los que eran utilizados para la preparación de las drogas y su posterior venta. El hombre fue condenado por el delito de comercio de estupefacientes y tenencia de drogas con fines de comercialización.