El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló este jueves en contra de la discriminación positiva en las universidades, al opinar que Harvard y la Universidad de Carolina del Norte violaron la Constitución al utilizar la raza como un factor en el proceso de admisiones.

La opinión fue escrita por el presidente del alto tribunal, el juez John Roberts, y apoyada por los cinco magistrados conservadores. Las tres juezas progresistas se opusieron.

Muchas universidades han (…) concluido, erróneamente, que la piedra angular de la identidad de un individuo no son los desafíos superados, las habilidades construidas o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel. Nuestra historia constitucional no tolera esa decisión“, se puede leer en la sentencia.

Aun así, el fallo destaca que nada prohíbe que las universidades consideren cómo la experiencia de un estudiante con el racismo ha afectado a su vida en el proceso de admisión.

En concreto, los jueces consideran que el proceso de admisiones de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte, dos de las instituciones más longevas del país, violan la decimocuarta enmienda de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.

En el caso de Carolina del Norte, la acusación argumentaba que la política de admisiones era discriminatoria contra los candidatos blancos y asiáticos frente a los afroamericanos, hispanos y nativos americanos, mientras que en el de Harvard, un grupo de estudiantes asiáticos denunciaron el uso de criterios subjetivos para limitar el número de candidatos aceptados.

La jueza progresista Sonia Sotomayor, que históricamente ha defendido la capacidad de las universidades para considerar la raza en el proceso de admisiones, escribió en su opinión de disentimiento que la decisión de los magistrados conservadores “revierte décadas de precedentes y de importante progreso“.

La discriminación positiva cobró especial importancia en el país durante el movimiento de defensa de los derechos civiles de los afroamericanos y el fin de la segregación racial en las escuelas en la década de 1950.

El Supremo había protegido desde 1978 el derecho de las universidades a considerar la raza como un factor en el proceso de admisión.

El fallo de este jueves que cambia la jurisprudencia que había hasta ahora fue criticado por el presidente estadounidense, Joe Biden, quien dijo estar “totalmente en desacuerdo con la decisión” del Supremo y llamó a las universidades a que sigan garantizando la diversidad racial entre sus alumnos.

Por su parte, la Universidad de Harvard anunció este jueves que acatará el fallo, pero prometió que buscará vías para preservar la diversidad entre sus alumnos.

Harvard debe ser siempre un lugar de oportunidades con las puertas abiertas para aquellos que durante mucho tiempo las tuvieron cerradas. Un lugar donde muchos puedan hacer realidad lo sueños que no pudieron tener sus padres o abuelos“, expresó la dirección del centro en un comunicado.