Lázaro Sergio Morales tenía 39 años. Era padre de dos hijos, baterista, actor, pintor y albañil. Hace dos semanas, mientras compartía juntada con dos amigas, la ex pareja de una de ellas apareció sorpresivamente y le disparo por espalda sin motivos desde el techo de la casa.

Keko, como lo conocían sus amigos, permaneció durante nueve días internado en Terapia Intensiva del Hospital Central. Su cuadro era complicado desde que ingresó al nosocomio: las chances de sobrevivir eran pocas y si lo hacía las secuelas iban a ser gravísimas. El pasado domingo, su cuerpo dijo basta y murió.

El presunto matador, identificado como Víctor Hugo Sánchez, alias el Mono, continuaba prófugo hasta la tarde de este viernes. Desde las primeras horas de la investigación quedó con pedido de captura nacional, solicitado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, quien lidera la instrucción.

El “Mono” Sánchez tiene 42 años y trabajaba en una sodería de calle Mansilla.

En una charla con El Sol, su madre, Gladys, reflejó el dolor por lo sucedido e intentó encontrar un motivo: “Nunca le hizo mal a nadie y jamás tuvo problemas. Siempre evitó la violencia. Si hubiese sabido que podía pasar algo así, jamás hubiese ido a ese lugar”.

“Sergio era parte del grupo de teatro La Gota, era baterista en dos bandas, ayudaba en una organización barrial del Club Pedro Molina, no era un mal chico. Estuvo en el momento y lugar equivocado”, agregó la mujer.

La progenitora de Morales explicó que su hijo había conocido hace poco tiempo a la ex pareja del sospechoso del asesinato. Una semana antes del hecho de sangre, se habían conocido durante retiro espiritual y “su único vínculo era el de una amistad”, aclaró.

Con respecto al acusado, Gladys opinó: “Sólo se que hacía seis meses que estaba separado de la mujer. No sé qué le pudo pasar por la cabeza, en el lugar estaban sus dos hijos”.

Uno de los videos compartidos por amigos de Keko Morales.

Por su parte, en las redes sociales sus amigos y conocidos del ambiente musical lo despidieron con sentidos mensajes. Ex baterista de las bandas Arkano, Alcohólica, Keymaker y Holocausto, fue recordado como “una leyenda del metal mendocino.

“Queremos justicia por Sergio. Una basura dejó una familia en pena, a dos niños sin su papá y un mar de lágrimas en la vida de los que lo amaban y lo van a seguir amando. Un ser especial, lleno de amor y con inmensas ganas de vivir. Es injusto que hoy no este en este mundo cruel. Volá alto Keko”, posteó un allegado.

En medio de la conmoción y el desconsuelo, los seres queridos de la víctima organizaron una movilización para este viernes 28 en la Legislatura provincial, bajo el lema “justicia por Keko.

La convocatoria para la movilización del viernes en el centro mendocino.

El hecho

El caso tuvo su inicio el viernes 14, alrededor de las 21:50 horas, cuando Morales estaba junto a dos amigas, por comer un asado en la casa de una de ellas, ubicada en la calle Leónidas Aguirre al 1500.

Todo transcurría con normalidad hasta que, de forma inesperada, Sánchez apareció en el techo de la vivienda, sacó un arma de fuego y comenzó a disparar, según la reconstrucción que hicieron los detectives.

Uno de los proyectiles impactó a Lázaro en la parte posterior del cuerpo, en la región de la clavícula, causándole heridas graves. Pese a que, durante los instantes posteriores a la agresión, la víctima se mantuvo consciente, afirmaba no poder mover las piernas.

Luego, fue trasladado en una ambulancia hasta el citado centro asistencial de Ciudad, donde tuvo que someterse a una cirugía y quedó internado bajo cuidados intensivos, donde falleció el último domingo.

Por su parte, el presunto agresor huyó a bordo de un Volkswagen Gol y no volvió a ser visto en su domicilio, ni en su lugar de trabajo (en una sodería de calle Mansilla de Guaymallén). La hipótesis principal es que le disparó a Morales porque pensó que era un amante de su ex pareja.