Walter Bento, el juez federal de Mendoza suspendido recientemente por el Consejo de la Magistratura y vinculado a una causa donde aparece como jefe de una banda dedicada al cobro de coimas, tramitó la obtención de pasaportes españoles para él y para toda su familia. Hay que recordar que en la misma investigación que lo tiene como líder de una asociación ilícita también está involucrada su esposa y dos de sus hijos.
El magistrado, que será sometido a un proceso de destitución por mal desempeño, estuvo en el Consulado de España en febrero pasado para conseguir el documento de viaje como ciudadano de ese país. Según trascendió, Bento ostentó su cargo como juez federal ante los empleados de la sede diplomática para acelerar las gestiones; similar a la conducta que tuvo en organismos públicos en que ofició diligencias para saber si lo estaban investigando cuando el caso era secreto y sólo el fiscal Dante Vega y el juez Eduardo Puigdéngolas estaban al tanto..
“Sacó chapa con que es juez federal”, indicó una fuente cercana a la investigación.
La principal hipótesis que se maneja es que Bento habría estado analizando la posibilidad de fugarse junto con su familia. Por esa razón, desde el Tribunal Oral Federal que estará a cargo del juicio que arranca el 26 de julio, notificarán al Consulado cuál es la situación procesal del juez.
La idea es informar de manera oficial hechos que son de público conocimiento: que Bento, su esposa (Marta Boiza) y sus hijos Luciano y Nahuel están procesados y próximos a ir a un debate oral por delitos vinculados con coimas, enriquecimiento ilícito y lavado de activos, además de las conductas cuestionables por su función de magistrado federal. Y que, además, todos tienen prohibición para salir del país.
Precisamente, uno de los puntos que se le cuestionó a Bento en el Consejo de la Magistratura fue la negativa a entregar su pasaporte.
“Por un tema diplomático, el Tribunal sólo puede informar al Consulado sobre la situación judicial de Bento. No tiene jurisdicción para involucrarse más allá en una decisión que le corresponde a España, si considera a Bento como un ciudadano español”, agregó la fuente. De lo contrario, la intervención debería ser directa de Cancillería
Las sospechas están relacionadas con los antecedentes de viaje de Bento y de su familia. En más de un centenar de salidas del país, siempre lo hicieron con pasaportes argentinos. Por eso, esta novedad despertó todas las alarmas sobre una posible fuga, teniendo en cuenta que su situación tanto en la justicia penal como en el juicio político pronto a comenzar es cada vez más complicada.
Además, de las pruebas obtenidas a lo largo de la investigación, se corroboró que contaría con la logística necesaria para hacerlo. No sólo por los contactos que puede tener sobre pasos fronterizos informales –su principal vínculo de cobro de sobornos, según la pesquisa, era con contrabandistas-, sino que hay registros en imágenes sobre diferentes viajes en aviones privados.