La suba de los alquileres, que en lo que va del año fue de 7,2%, preocupa al Gobierno, que procura arribar a una medida salomónica mediante una suerte de consenso entre partes que no retraiga la oferta de vivienda ni impida el acceso de la demanda. Mientras que los precios aumentaron 4,9% en lo que va del año, en ese mismo período el rubro alquileres subió 7,2%. Para analizar el tema, el secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno, inició una ronda de entrevistas con los actores del sector, entre quienes se encuentran representantes de inquilinos, inmobiliarias y propietarios, en el intento de que los aumentos no sigan afectando la inflación.

         En tanto que algunos bregan porque no se actualicen los alquileres periódicamente, otros hablan de establecer una moneda de referencia para el mercado inmobiliario; unos más piden que se implemente la herramienta del crédito hipotecario para los sectores más rezagados. El titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Hugo Mennella, quien el jueves próximo se entrevistará con Moreno, pidió “paciencia” en el tema y aseguró que en el encuentro con el funcionario “vamos a buscar un principio de solución equitativo para las partes”, en alusión al propietario y al inquilino.“Hay que buscar herramientas que puedan paliar este tema de los alquileres a largo plazo.

       Hay que evitar hacer un parche y mañana tener nuevos problemas. Hay que buscar una solución de fondo, sentar precedente para que en el futuro el problema no siga existiendo”, expresó en diálogo con Télam. Tras asegurar que “no va a haber congelamiento” en los alquileres, admitió que el actual escalonamiento o actualización de los alquileres durante el contrato “es un tema que le preocupa al secretario Moreno. Vamos a ver cómo le encontramos la vuelta. Es uno de los temas de la agenda del jueves”, expresó. Los alquileres residenciales tienen por ley una duración mínima de dos años y, los comerciales, de tres años.

       Mennella, al preguntársele si la extensión de estos plazos puede contribuir a la estabilización de los precios del sector, consideró que “es todo lo contrario. El problema de nuestra economía son los largos plazos. Si se prolonga el contrato, se agrava la incertidumbre”, expresó. Luego, al evaluar la situación de otros países donde se usan las unidades de fomento, una moneda especialmente destinada al rubro inmobiliario, dijo que “no es algo sencillo de instrumentar”.