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La Justicia condenó este lunes a 15 años de prisión a Martín Ezequiel Saravia (22) por el asesinato del presunto proxeneta Marcos David Figueroa (30), ocurrido en mayo de 2020 durante el asalto en un bulo ubicado a pocas cuadras del microcentro mendocino.
El acusado debía enfrentar el juicio oral y público junto a dos supuestas cómplices, Sofía Camila Ibarra, alias Camilita, y María Fernanda Albares.
Sin embargo, antes del inicio, su defensor acordó con la fiscal Claudia Ríos definir su situación a través de un juicio abreviado, en el que debió reconocer la autoría ante la jueza Nancy Lecek.
La magistrada del Tribunal Penal Colegiado Nº 2 homologó el pacto entre las partes y dictó la sentencia contra Saravia.
Debido a eso, el juicio contra las dos jóvenes acusadas se postergó porque deberá sortearse nuevamente el Tribunal.
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La causa también tiene un adolescente de 17 años imputado –sindicado como el autor del disparo letal–, quien encuentra a disposición de la Justicia Penal de Menores.
En tanto, otros dos menores fueron investigados en su momento por el hecho de sangre, pero eran inimputables.
El crimen se registró el domingo 31 de mayo, cerca 14.30, cuando dos remises truchos arribaron hasta un complejo de departamentos de calle Patricias Mendocinas al 700, a escasos metros de los viejos Tribunales provinciales.
De los rodados bajaron cuatro jóvenes, mientras que dos chicas quedaron a bordo. Los varones ingresaron al lugar y cruzaron un pasillo hasta llegar al departamento del fondo, que era utilizado por trabajadoras sexuales.
Los sospechosos irrumpieron en esa vivienda con armas de fuego y abordaron a tres meretrices y a Figueroa, quienes se encontraban en el interior.
Acto seguido, los amenazaron para que les entregaran el dinero de la recaudación, pero, debido a que las víctimas no contaban con efectivo, les sustrajeron algunos bolsos con pertenencias, prendas y calzado de las mujeres.
Luego de eso, se dieron a la fuga y Figueroa salió detrás de ellos. En el pasillo, logró interceptar a uno de los maleantes y lo tomó por el cuello.
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Allí se produjo un forcejeo en el que el asaltante extrajo una pistola calibre 22 oculta en su tobillo, con la que le dio un balazo a quemarropa en la frente al señalado proxeneta.
La sangrienta secuencia fue captada por una cámara de seguridad, cuyas imágenes fueron clave para identificar a los acusados.
En tanto, Figueroa falleció horas después de ser trasladado al Hospital Central, a donde había llegado con muerte cerebral.
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