El domingo 26 de junio del año pasado, un ataque armado dirigido a una presunta narcotraficante acabó con la vida de un joven inocente en el barrio Santa Teresita de Las Heras.

Lucas Amarilla tenía 21 años y había estado haciendo su carrera como futbolista en las divisiones inferiores de diferentes clubes mendocinos. El chico quedó en medio de la balacera cuando estaba yendo a comprar a un negocio junto a su primo, quien también resultó herido.

La investigación apuntó contra cinco sujetos -pese a que la familia de la víctima sostiene que fueron seis- que habrían efectuado los disparos y que serían integrantes de la temida banda de los Canavis, conocida por sembrar el terror en la citada barriada lasherina.

Entre julio y diciembre del año pasado, todos fueron detenidos: Franco Jesús Villalba Quiroga, alias Macaco; su medio hermano Roberto Armando González Quiroga, conocido como el Flaco Robert; su sobrino Jesús Sebastián Villalba Elizondo, un hermano de este último, que tiene 16 años (se reserva la identidad por ser menor de edad) y Nehemías Miguel Eskers.

Este jueves, se definió el pedido de prisión preventiva contra los tres primeros en la causa que lidera el fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien fue subrogado por su par Gustavo Pirrello en la audiencia.

La jueza Patricia Sánchez resolvió otorgarle el recupero de la libertad al Macaco y al Flaco Robert por falta de pruebas y mantener tras las rejas a Jesús Villalba, quien también se encuentra imputado por el crimen de David Piroli, que también tuvo lugar el año pasado en Las Heras.

Jesús Villalba y su hermano menor de edad que también está imputado en la causa y detenido en el ex Cose.

Para que los medio hermanos salgan de la cárcel, la magistrada del Juzgado Penal Colegiado Nº 1 les impuso como condiciones pagar una fianza de 100 mil pesos y fijar domicilio a 10 kilómetros de la familia de la víctima fatal. Hasta que no cumplan con esos requisitos, seguirán detenidos.

Además, tienen prohibido el ingreso al barrio Santa Teresita y deben evitar cualquier tipo de contacto con los testigos de la causa, indicaron fuentes judiciales.

El fallo de Sánchez generó malestar en la familia de Amarilla, que se mostró preocupada por la presencia de los presuntos matadores de su hijo en las calles, más allá de las medidas de protección adoptadas por la magistrada.

A través de sus redes sociales, la madre de la víctima fatal criticó duramente la resolución: “En este país en el que abunda la corrupción, hoy tenemos a dos asesinos con antecedentes penales en la calle por falta de pruebas”, se descargó.

Por su parte, el martes 7 de febrero se tratará la prisión preventiva contra Eskers, quien al igual que el resto de los sospechosos se encuentra imputado por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso real con dos hechos del mismo delito en grado de tentativa.

Nehemías Eskers tiene 20 años.

El crimen

Eran cerca de las 1 del domingo 26 de junio cuando Lucas Amarilla salió de la casa de su hermano junto a un primo.

Ambos iban a comprar a un negocio de la barriada. Pero cuando pasaban frente las manzanas H y L, fueron sorprendidos por una lluvia de balas comenzó que provenía desde los techos desde unas viviendas en las que había unos seis sujetos armados.

Amarilla resultó con un impacto de bala en el cuello y otro en la nuca; su primo fue alcanzado por un plomo en la cabeza y una mujer, identificada como Andrea Soledad Lara, quien estaba en la vereda de una vivienda, también fue rozada por un proyectil en el cuero cabelludo. 

Los tres heridos fueron trasladados de urgencia al Hospital Carrillo, pero Amarilla llegó sin vida. Mientras que las otras dos víctimas sobrevivieron al ataque. 

La hipótesis de los investigadores es que las balas tenían blanco a la mujer, quien se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria por una infracción a la Ley 23.737 (de estupefacientes). 

De acuerdo con la instrucción, Lera mantiene desde hace tiempo una rivalidad con los Canavis, gavilla con la que se disputaría el territorio de venta de drogas en ese sector del distrito El Plumerillo. 

En cuanto a Amarilla y su primo, quedó claro que nada tenían que ver con ese conflicto y sólo recibieron disparos porque quedaron entre los tiradores y su objetivo.