Primero se escucharon entre 10 y 15 detonaciones de arma de fuego. Luego, hubo gritos y desesperación porque un joven de 23 años fue acribillado por otro de casi su misma edad en su negocio de calle La Esperanza. Faltaban unos pocos minutos para las 22 del miércoles en el barrio Virgen de Guadalupe de Luján, en el distrito Vertientes del Pedemonte, cuando los vecinos se metieron a sus casas por temor. Hubo un llamado al 911 a las 21.55 y testigos informaron sobre una persona que agonizaba después de haber sido baleada.
Desde hace semanas, los habitantes de la zona viven una pesadilla de balas porque dos familias se encuentran en “guerra” por territorialidad. Los investigadores aseguran que “la disputa es entre los Vélez y los López” y que todo está vinculado al mundo del comercio de drogas en pequeñas cantidades. Una de las batallas llegó a su punto de ebullición trágicamente con el crimen de Pablo Damián Cataldo, quien fue atacado en su negocio, ubicado a metros de la calle principal de la localidad, La Unión.
El crimen de Cataldo generó un fuerte impacto en la barriada y los pesquisas temen que tenga una vuelta con alguien que busque vengarse. El autor del ataque fue identificado por una testigo. Tiene 25 años y quedó con pedido de captura. La causa quedó en manos de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo y en Investigaciones sostienen que sería cuestión de horas para que se produzca la detención.
Las conclusiones iniciales sostienen que el hecho de sangre está relacionado con las disputas entre las citadas familias. El año pasado, la víctima fue allanada en su domicilio por policías de Investigaciones en busca de documentación relacionada con los Vélez.
Como en los últimos días los tiroteos son constantes, los detectives de Homicidios trabajan la hipótesis de algún tipo de ajuste por algunos de los sucesos ocurridos en los últimos días, como disparos, robos e incendios en algunos domicilios.
Lo cierto es que, antes del asesinato, se escucharon varios disparos. Luego se vio al señalado agresor –se reserva su identidad– ingresar al minimarket 24 horas, donde atendía la víctima, y cruzar algunas palabras.
Fue una mujer de la misma barriada la que contó que se encontraba en la vereda cuando observó al agresor meterse al comercio.
Aportó que primero hubo un cruce de palabras y que luego se escucharon detonaciones de arma de fuego. Cataldo recibió dos plomos calibre 9 milímetros en el cuerpo. Uno fue a la altura del corazón y otro, en el brazo izquierdo. Murió en cuestión de minutos.
Mientras agonizaba, una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado llegó hasta la escena. Los médicos solo constataron el deceso.
También arribaron policías de Científica, UID departamental y Homicidios. También lo hizo personal de la Infantería para preservar las labores investigativas.