Santiago Robledo y Pablo Cataldo, muertos a tiros.

La fiscal de Homicidios Andrea Lazo profundizó en los últimos días, con declaraciones e incorporación de pruebas, las causas por los asesinatos de Pablo Damián Cataldo (23) y Santiago Manuel Robledo (39), ocurridos el martes 13 y el domingo 18 en Luján y Ciudad, respectivamente, e identificó a los autores de los hechos.

Se trata de tres hombres que tienen pedido de captura nacional e internacional, gracias a que fueron señalaron por testigos presenciales como autores de los ataques, y detectives policiales trabajan para intentar atraparlos.

Los hechos de sangre no están relacionados pero presentan algunos puntos en común, porque existe la sospecha de que el móvil podría ser el mismo aunque no sea una tarea sencilla confirmarlo: conflicto por tema de drogas.

Cataldo fue ejecutado con dos balazos en un minimarket del distrito Vertientes del Pedemonte en medio de una “guerra” entre familias por el control del comercio de sustancias al mejor estilo narcomenudeo, y Robledo también sufrió esa cantidad de impactos mientras se encontraba cerca de su pareja en el barrio San Martín de Ciudad.

Los sujetos que lo balearon a pocos metros se movilizaban en una moto negra y habrían intentado matar minutos antes en un barrio colindante a un primo, quien salvó su vida de milagro, luego de recibir siete proyectiles en su cuerpo, pero continúa internado en grave estado.

Si bien algunos declarantes sostienen que se trató de un problema o pelea por la venta de un terreno, la hipótesis surgió por algunos testigos que hablaron con los investigadores policiales –aunque no lo hicieron en el expediente– y porque Robledo había sido investigado como presunto autor de un homicidio ocurrido hace poco más de un año en Las Heras, que al parecer fue un ajuste por tema de drogas.

Tres días entre uno y otro

El crimen de Pablo Damián Cataldo sucedió luego de jornadas calientes un sector del distrito Vertientes del Pedemonte de Luján. Dos conocidas familias que habitan en la zona de calle La Unión –la principal de la localidad–, identificadas como “López y Vélez”, venían desde hacía días protagonizando cruces con arma de fuego, bombas molotov y hasta robos para quedarse con el control operativo de la zona.

El Sol realizó una serie de informes contando el drama que sufrían los vecinos del sector debido a que les resultaba casi “imposible” salir de noche por temor de ser víctimas de una bala perdida.

Lo cierto es que el jueves 15 los habitantes de la zona comenzaron a llamar al 911 porque escuchaban detonaciones de arma fuego. Describieron entre 10 y 15 estruendos. Cuando faltaban pocos minutos para las 22, en el barrio Virgen de Guadalupe, un sujeto ingresó con una pistola calibre 9 milímetros y disparó a corta distancia contra Cataldo.

La víctima, relacionada con la familia Vélez, se encontraba atendiendo un minimarket ubicado sobre calle La Esperanza llamado 24 horas cuando le dispararon a corta distancia: uno de los plomos impactó en el tórax y el otro en el brazo izquierdo. Las heridas provocaron su muerte a los pocos minutos.

Una mujer que se encontraba en la vereda del lugar fue testigo del hecho y marcó al sospechoso. Dijo que hubo un breve cruce verbal entre ambos y que luego se escucharon los disparos. El presunto autor tiene 25 años y fue identificado como Andrés Alexis Alcaraz, contaron fuentes policiales. Este joven quedó con pedido de captura nacional e internacional, agregaron.

Por su parte, tres días después, el domingo por la noche, hubo dos hechos de sangre en los barrios colindantes Jardín Aeroparque y San Martín, de Las Heras y Ciudad. Ocurrieron con diez minutos de diferencia y uno fue fatal.

Hace pocas horas, los hombres que atacaron a las víctimas fueron identificados. En este caso, los detectives policiales y judiciales solicitaron reserva de su identidad pero aportaron que, gracias a la declaración de testigos, lograron conocer de quién se trata. Los dos sujetos, que se movilizaban en una moto Rouser negra, también quedaron en la orden del día.

En orden cronológico, el primero de esos ataques tuvo como víctima a Lucas Agustín Celán, de 18 años. Este joven recibió seis balazos en distintas partes del cuerpo cuando se encontraba a escasos metros de su casa de la manzana 27 del barrio Jardín Aeroparque. Los plomos los recibió en el tórax y glúteos.

Los autores fueron dos y circulaban en una Rouser negra, tal como detallaron los testigos. Quienes aportaron también sus identidades.

Diez minutos después fue baleado –se cree que con la misma arma– Santiago Manuel Robledo, conocido como el Ñoqui. La esposa de la víctima dijo que los agresores se movilizaban en una moto negra, la misma que habían observado en el otro complejo.

La víctima fue llevada hasta a un hospital, pero los médicos nada pudieron hacer para salvarle la vida. La hipótesis es que su muerte podría estar relacionada con deudas de dinero por la venta de un terreno pero no descartan que se trate de un ajuste por drogas.

Robledo, de acuerdo con fuentes policiales, salió del penal en noviembre. A fines del año pasado había estado en la mira por un asesinato en el barrio 8 de Abril de Las Heras, que tuvo como víctima a Néstor Fabián el Gringo Becerra.

Este hombre, de 36, se encontraba en su domicilio cuando llegó un grupo de sujetos y se metió a su casa. Abordaron a la madre y a un hermano de la víctima y luego se dirigieron hasta su habitación. En ese sector de la vivienda de la manzana D, los homicidas apretaron el gatillo y mataron a Becerra de seis tiros.

Testigos fueron los que marcaron a Robledo como uno de los autores, pero en la causa que lidera el fiscal, que se hizo cargo de la instrucción, no hubo pruebas para detenerlo. Lo que sí, aportaron que podría tratarse de un conflicto por tema de drogas.

Así las cosas, las dos causas que se instruyen en la fiscalía de Lazo tienen a los sospechosos identificados y con pedido de captura. Para detectives consultados por este diario, sería cuestión de horas o días para que sean atrapados.