El estudio que la UNCuyo presentó al Ministerio de Obras Públicas ofrece un abanico de posibilidades para modificar el cuadro tarifario. Este trabajo se complementa con otro que entregó la UTN hace 10 días, que se ocupa de las obras necesarias para mejorar el servicio. Los dos informes pasarán a manos de OSM a más tardar el lunes. A partir de allí, comenzará una pulseada que, según el Gobierno, hará foco en un aspecto del contrato del agua: el nivel de las inversiones empresarias de los últimos años.
En cambio, todo indica que el Gobierno y OSM se pondrán de acuerdo rápido respecto a la suba tarifaria. En este sentido, el Ejecutivo reconoce que el aumento rondará 20%.
DÉFICIT.
El Ministerio de Obras Públicas señaló ayer que “la gran discusión” de la renegociación del contrato con OSM serán las obras del período 2001-2005. Es que el Gobierno advierte un fuerte déficit de inversiones en estos años, que por otra parte estuvieron marcados por la crisis económica del país. La polémica acerca de las obras tiene larga data en la relación entre el Ejecutivo y OSM, a tal punto que la discusión se encuentra en la Justicia. El debate se centra en el Plan de Obras e Inversiones (POE) del contrato que se firmó en 1998, cuando fue privatizada la empresa.
Según OSM, el POE sólo marcaba el cumplimiento de metas, mientras que el Gobierno sostiene, por su lado, que ese plan determinaba la realización de obras. En tanto, los estudios que hace algunos años realizó un comité técnico que asesora al EPAS señalaron que el déficit de obras de OSM rondaba los 40 millones de pesos. PLAZO. El Ministerio de Obras Públicas se ha fijado un plazo de 30 días para cerrar el nuevo contrato con OSM.
Esto responde al apuro del gobernador Julio Cobos, quien pretende regularizar la relación con la empresa del agua antes de que termine el año. Por ello, se espera que, la semana que viene, el Gobierno y OSM empiecen a afinar los contactos, en los que habrá varios cruces de cifras, ya que se confrontará lo que debe la firma en obras contra lo que le adeuda el Estado por diversos temas, entre ellos los subsidios a los carenciados.
En la discusión entrará también el denominado “coeficiente Z”, que es uno de los componentes de la tarifa. Se trata del ítem de la zona, que ha quedado desactualizado por los cambios a nivel urbanístico. Un ejemplo lo marca claramente: la calle San Juan, de Capital, tiene un coeficiente de zona mucho más alto que Palmares, ya que, años atrás, esa área exclusiva y residencial era sólo un descampado