Son jarilleros, nacieron y crecieron en ese querible rincón de San Martín: Palmira. De chicos solían circular por Variante Ruta 50 e imaginaban cómo sería trabajar en una gran planta que está ubicada en esa arteria.

Omar Moyano, Germán Savoini, Maxi Díaz y Ángel Navarro son trabajadores de Derivados Vínicos y un día se encontraron con una grata sorpresa: dejar la rutina laboral de lado por un tiempo para hacer una tarea más lúdica y creativa. Así, desde septiembre y bajo la dirección del artista argentino Eduardo Basualdo, trabajan en una escultura de dimensión considerables y que ellos denominan “animal imaginario”.

La obra está realizada con materiales reciclados y sobre el lomo del animal lucirá un pequeño bosque. Es una síntesis del trabajo que se realiza en esa destilería y que tiene que ver con el cuidado del medioambiente y con una plantación de 100.000 eucaliptus que se convirtieron en un pulmón para ese sector del Este mendocino.

“Estamos muy compenetrados y entusiasmados con el proyecto. Si bien es un trabajo grupal, lo hemos tomado como propio”, señaló Moyano, quien lleva 37 años trabajando en mantenimiento de esa planta.

“Será una huella más que dejamos”, agregó el operario, quien dijo que se sorprendió cuando llegó el CEO de la empresa, Stéphane Mitrani, con Basualdo a proponerle este trabajo ya que nunca tuvo una relación tan cercana con el arte.

Para Omar jugar a ser un artista por algunos meses “es un compromiso”, pero a la vez un premio antes de jubilarse: “Soy de Palmira, de chico siempre veía esta planta y me imaginaba cómo sería trabajar acá… La ilusión se cumplió y debo confesar que cada día vengo con el mismo entusiasmo que sentí la primera vez que pise este lugar”.

La obra

Eduardo Basualdo es un inquietante artista de Buenos Aires con proyección internacional. Estudió bellas artes en el IUNA e integra desde hace más de una década el colectivo Provisorio Permanente. Su obra personal tuvo emplazamientos destacados en la Bienal de Venecia de 2015 y en las bienales de Lyon y Pontevedra en 2011, por dar algunos ejemplos.

Así, convocado por el francés Mitrani comenzaron a gestar esta gran pieza que se enmarca en uno de los tantos proyectos que esa destilería tiene en el marco de los festejos por sus 80 años en la provincia.

La escultura hoy involucra y entusiasma a todos los trabajadores, pero tiene un destino específico: venderla para poder aportar estos fondos a una institución benéfica de Palmira.