Varias semanas de angustia le generó la interna radical a Roque Olmedo, el mozo del cuarto piso de la Casa de Gobierno. El trabajador se pasó algunas noches en vela pensando si debía invitar al casamiento de su hija Cecilia al gobernador Julio Cobos o a su ex jefe,Roberto Iglesias. Después de muchas cavilaciones, decidió invitarlos a ambos, porque, al fin y al cabo, es difícil decidir entre dos amores. Lo cierto es que el único que asistió a la ceremonia religiosa fue Cobos, mientras que Iglesias ni siquiera se asomó. Los que mejor la pasaron fueron los ministros, quienes, sin asistir al casamiento, degustaron ayer, durante la reunión de Gabinete, de la torta de bodas. Roque sirvió el cafecito y estuvo contento, no sólo porque se casó su hija, sino porque quedó bien con sus dos amores.
LOS DOS AMORES DE ROQUE
Varias semanas de angustia le generó la interna radical a Roque Olmedo, el mozo del cuarto piso de la Casa de Gobierno