La imagen del rodado que tomó una cámara de fotomultas en el Paseo del Bajo.

Un auto que fue robado hace más de un mes de una casa de la Cuarta Sección de Ciudad, atravesó el centro del país y recorrió más de 2.000 kilómetros pese a que se encontraba con pedido de secuestro judicial.

Esta semana, el rodado fue hallado en estado de abandono en San Luis. En el medio la multa de una infracción que cometieron los malvivientes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llegó al domicilio del propietario.

El caso llamó la atención, ya que los ladrones se movieron con total libertad con el rodado por diferentes localidades del territorio argentino, sin ser detectado por ningún control.

La información sostiene que todo comenzó el 8 de marzo, cuando malvivientes violentaron el portón de la vivienda de un matrimonio en la Cuarta Sección Este.

Los sujetos ingresaron a la casa con la única intención de sustraer el Ford Focus que allí estaba estacionado.

Luego del robo, el dueño del vehículo radicó la denuncia correspondiente en la Oficina Fiscal Nº 13 de la Comisaría Cuarta, por lo que el auto quedó en la orden del día.

Pero esa medida pendiente que pesaba sobre el vehículo no fue impedimento para que los malvivientes lo utilizaran sin problemas, no sólo por las calles mendocinas, sino también por diferentes puntos del país.

El 24 de marzo, el Focus fue captado por una cámara de fotomultas de CABA, en la autopista Paseo del Bajo, a la altura del kilómetro 1,13, circulando hacia el norte. Desde la Dirección General de Administración de Infracción de la Ciudad de Buenos Aires iniciaron un proceso porque el vehículo circuló por carriles o vías prohibidas.

El 20 de abril, fue elaborada la multa y enviada al domicilio del propietario. El documento llegó la semana pasada y la víctima puso en conocimiento a las autoridades judiciales y policiales sobre la situación.

Inesperadamente, a los pocos días, al denunciante le informaron que su Ford Focus fue hallado abandonado en la vecina provincia de San Luis. Así las cosas, los maleantes pudieron utilizar el auto a gusto y piacere, sin ser detenidos y lo descartaron cuando ya no lo necesitaban.