Una situación que inicialmente generó preocupación en la Ciudad terminó con un llamado a la calma: dos menores fueron vistos corriendo por calle Lavalle con lo que parecía ser un arma de fuego.
Al llegar a la intersección de Lavalle y Montecaseros, preventores y efectivos de la Policía interceptaron a los jóvenes y realizó la correspondiente requisa. Allí se constató que los elementos que portaban no eran armas reales, sino réplicas de plástico a balines. En pocas palabras, juguetes.
Ante la presencia de menores manipulando objetos que simulan armamento, se dio intervención a la UCAR, que solicitó directivas al ETI (Equipos Técnicos Interdisciplinarios).
Como medida de resguardo, se dispuso el traslado de los adolescentes a la Comisaría 4°, donde fueron entregados a sus progenitores.
