Cabanillas tiene 58 años.

El empresario mendocino Alejandro Gabriel Cabanillas, más conocido como Cacano, fue condenado nuevamente este miércoles por una causa de violencia de género.

Durante un debate correccional, que había iniciado la semana pasada, la jueza María Julieta Espínola le impuso una pena de 2 años y 2 meses de encierro -se unificó con una sentencia anterior- por el delito de amenazas simples en concurso real con desobediencia a una orden judicial en contexto de violencia de género.

La magistrada del Juzgado Penal Colegiado Nº 1, se inclinó por el pedido de la fiscal Paola Ginestar, quien había solicitado una condena efectiva contra Cacano por el hecho que cometió contra su ex esposa, hacia quien tenía una restricción de acercamiento, a fines de 2022.

Así, sumó su segunda condena en poco tiempo. En 2021 lo sentenciaron por un hecho de similares características -amenazas contra una mujer-, luego de que se desestimara las acusaciones de privación ilegítima de la libertad, lesiones y abuso sexual, por las que debió pasar casi tres meses en prisión.

En ese expediente, el conocido dueño del antológico Cacano Bar de Chacras de Coria, por donde pasaron grandes figuras del rock nacional, reconoció en un juicio abreviado las amenazas contra una joven y recibió una pena de 1 año de prisión en suspenso.

Un antecedente fresco

El hecho que colocó a Cacano como protagonista de diversas crónicas policiales se registró en enero de 2021, cuando una chica pidió ayuda en la calle a una vecina del barrio Valle de Chacras.

La muchacha, que tenía 25 años en ese momento, le pidió prestado el celular para llamar a la línea de emergencias 911. Aseguró que había sido agredida físicamente por Cabanillas y que había pasado varios días secuestrada en su domicilio mediante amenazas.

Cuando los policías llegaron al lugar, la denunciante se había retirado. Aunque a los pocos días pudieron localizarla y radicó la denuncia correspondiente.

El testimonio de la joven condujo a que las autoridades que intervinieron en la causa solicitaran la detención de Cacano, quien fue imputado y alojado en un penal provincial.

Al parecer, la joven había trabajado años atrás en Cacano Bar y jamás perdió contacto con Cabanillas. Aparentemente, ambos mantuvieron una relación afectiva, pero todo terminó con la denuncia de la muchacha y la posterior condena del empresario.