Después de la detención de los tres presuntos asaltantes que perpetraron el asalto domiciliario en el que fue asesinado el chacarero Felipe Villca Condorí (52), policías de Investigaciones capturaron este miércoles en Maipú al cuarto sospechoso que tiene la causa.
Se trata de Raúl Salvarredi Calderón, quien está sospechado de haber aportado el dato sobre los dólares que la familia de la víctima había cambiado días antes del hecho de sangre y que fueron el objetivo de los malvivientes que cometieron el atraco fatal.
El sujeto quedó a disposición de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo y se sumó a Facundo Sepúlveda (18); su padre, Bautista Florindo Sepúlveda, conocido como Beto, y Luis Alberto Díaz, alias Chamu o Chamo.
Se espera que la representante del Ministerio Público impute a los cuatro detenidos en las próximas horas por homicidio criminis causa, es decir, matar para alcanzar la impunidad o consumar otro delito, en este caso el robo. Con esa calificación, arriesgarán una pena a prisión perpetua en caso de llegar al juicio oral y público.
El asesinato
El asalto que terminó con la vida de Villca ocurrió el viernes 28 de abril. Ese día, cerca de las 22, la víctima fatal se encontraba junto a su esposa en el patio de la vivienda, ubicada en la finca de hortalizas en la que llevaba años trabajando.
El matrimonio fue sorprendido por dos malvivientes que los abordaron con armas de fuego y los obligaron a ingresar a la casa, donde se encontraban sus cinco hijos, quienes los estaban esperando para cenar.
Una vez en el interior del inmueble, los amenazaron y golpearon para que les entregaran el dinero. Incluso, llegaron a efectuar un disparo y les decían que iban a matar a su pequeña hija.
Pero la pareja se negó a entregar sus ahorros y los maleantes decidieron llevarse varias pertenencias: un televisor, ropa, zapatillas, celulares, mantas, colchones, mercadería y hasta la comida que acababa de preparar la esposa de Villca para sus hijos.
Los autores subieron esos elementos a la Mercedes Benz Sprinter de la familia y se llevaron a bordo a Villca, con la intención de seguir amedrentándolo para que les indicara el lugar donde guardaban los dólares, ya que no los pudieron encontrar, pese a que revisaron toda la casa.
No obstante, el hombre jamás cedió y lo terminaron ejecutando a golpes con un pico, abandonando su cadáver en el interior de la finca, a algunos metros de la vivienda.
En la tarde del día siguiente, el vehículo utilitario sustraído fue hallado abandonado en la zona de El Divisadero, en San Martín, cerca del límite con Lavalle. Justamente, en esa localidad fueron detenidos el martes dos de los sospechosos (Beto Sepúlveda y Díaz).