La aplicación de la segmentación tarifaria le generó un verdadero dolor de cabeza a las autoridades nacionales, que se vieron obligadas a postergar la implementación de la quita de subsidios eléctricos, con el consecuente incremento en las facturas del servicio, al menos por un mes.

La razón del aplazamiento es que todavía hay mucha gente que no se inscribió -o lo hizo con errores- en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). De esta manera, los nuevos cuadros tarifarios para los usuarios de ingresos altos (Nivel 1) y medios (Nivel 3) de electricidad, que debían entrar en vigencia el 1 de septiembre, regirían recién a partir de los consumos de octubre. Si finalmente eso ocurre, las boletas con el ajuste llegarán recién en noviembre.

Hay que tener en cuenta que la inscripción en el RASE es voluntaria y que aquellos usuarios que no se anotaron recibirán el mismo tratamiento de los pertenecientes al Nivel 1. Por lo tanto, sus consumos no serán subsidiados.

Ver también: El Gobierno nacional postergó el aumento de la luz

Sin embargo, la gran cantidad de usuarios que quedó en el segmento de mayor poder adquisitivo, cuando no le corresponde por su nivel de ingresos, generó preocupación entre algunos gobernadores por el fuerte impacto tarifario, fundamentalmente en el verano.

Por ese motivo, la Secretaría de Energía trabaja para detectar los casos que pueden presentar fallas de inclusión, por desconocimiento, falta de conectividad o errores en la información brindada.

Qué pasa en Mendoza

De acuerdo con datos oficiales provisorios, hasta 15 de septiembre pasado, sólo el 65% de los usuarios residenciales mendocinos se inscribió en el RASE. En números concretos, 358.797 clientes se registraron y otros 189.888 no lo hicieron.

Ese universo de usuarios está segmentado:

  • El 53% no perderá los subsidios porque pertenecen al Nivel 2 (menores ingresos). Fueron identificados por el Poder Ejecutivo como “vulnerables” y siguen teniendo protección estatal.
  • El 27% figura en el Nivel 1, que tendrá una reducción de los subsidios gradual y en tercios bimestrales (20% en el primer bimestre, 40% en el segundo y 40% en el tercero).
  • El 20% restante está registrado como Nivel 3, que tendrá subsidiado los consumos hasta los 400 kWh mes. A los consumos que excedan ese umbral se les aplicará el precio de la energía sin subsidio del Estado nacional, como en el caso de los usuarios de mayores ingresos. Aunque esa regla tampoco se aplicará por ahora.

Ese tope de 400 kWh mensuales apunta no solamente a que haya un ahorro de subsidios por la vía tarifaria, sino también por el menor consumo de energía. Según las autoridades, es un límite “generoso” porque “un hogar tipo consume entre 200 y 250 kWh” por mes.

En Mendoza, aproximadamente 218 mil usuarios residenciales consumen menos de 299 kW por bimestre; 172 mil consumen entre 300 a 599 kWh; y 155 mil consumen más de 600 kWh.

Postergado

La semana pasada, la Secretaría de Energía instruyó a Cammesa, la empresa mayorista de sistema eléctrico, que postergue los aumentos que estaban anunciados en las boletas de luz a partir de septiembre.

“Se instruye a vuestra compañía a aplicar, de manera excepcional y por única vez (…) para todos los segmentos de demanda residencial (…) los precios estacionales establecidos para el segmento nivel 2″, destaca la resolución.

El Gobierno nacional tiene problemas para identificar los hogares de bajos ingresos que no se inscribieron en el RASE. Y podría no tenerlo resuelto hasta fin de año. Por eso, recurrió a las distribuidoras que identifiquen a los clientes que poseen en cada nivel tarifario (ingresos altos, medios o bajos).

La quita de subsidios puesta en marcha por Nación alcanza solo al tramo de generación y es igual para todo el país. Pero las provincias pueden ajustar el Valor Agregado de Distribución (VAD). Es el caso de Mendoza, donde la semana pasada se realizó una audiencia pública para debatir el incremento de ese ítem.

La decisión está en manos del gobernador Rodolfo Suarez. Hay que recordar que el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) sugirió un ajuste en las boletas del 14%, mientras que las distribuidoras solicitan un incremento del 16%.