Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el equipo económico acordaron la aprobación de la revisión del acuerdo con la Argentina en lo referente a las metas del tercer trimestre del año. De esta manera, a mediados de mes, se estima que el país recibirá 6.000 millones de dólares.
Un grupo de funcionarios del Ministerio de Economía comenzó este martes en Washington una serie de reuniones técnicas para destrabar el último desembolso del Fondo Monetario Internacional de este año.
“La revisión se centró en evaluar el progreso reciente en la implementación del programa y en llegar a entendimientos sobre políticas para fortalecer aún más la estabilidad macroeconómica en el marco de un contexto más desafiante. Se acordó que los objetivos clave del programa—en particular los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas—permanecerían sin cambios durante el resto de 2022 y 2023 para continuar anclando la formulación de políticas y la credibilidad. Además, se discutió sobre la necesidad de que las políticas se adapten según sea necesario en caso de que se materialicen riesgos externos e internos”, aseguró un comunicado del FMI.

El informe agregó que a pesar de los desafíos, consecuencia también de la guerra en Ucrania, se cumplieron todos las metas cuantitativas de desempeño hasta fines de septiembre de 2022, incluido el déficit fiscal primario debido a fuertes controles de gastos y acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social: “Recientemente, se llegó a un acuerdo de reestructuración de la deuda con los acreedores del Club de París y se han intensificado los esfuerzos para movilizar financiamiento oficial externo. Acciones por el nuevo equipo económico están comenzando a dar sus frutos—la inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración apropiada de la demanda interna y las importaciones. Además, las autoridades siguen encaminadas en cumplir los objetivos del programa para fin de 2022”.
Sin embargo, el organismo internacional analizó que si bien se han logrado avances, no obstante, “las condiciones macroeconómicas son aún frágiles y una sólida implementación del programa es esencial a futuro. En particular, será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal que prevé una reducción del déficit fiscal primario del 2,5 % del PIB en 2022 al 1,9 % del PIB en 2023. Esto debe estar respaldado por esfuerzos para seguir movilizando ingresos, fortalecer controles de gastos, y mejorar de manera oportuna la focalización de los subsidios y la asistencia social, al tiempo que proporciona espacio para el gasto social y de infraestructura prioritario”.
Y señaló que el marco de la política monetaria y cambiaria debería continuar generando tasas de interés reales positivas y una mejora en la competitividad externa. “Estas acciones deberían continuar alentando la demanda de activos en pesos, asegurar una reducción en el financiamiento monetario en línea con las metas del programa y apoyar una reducción gradual de la inflación anual, de alrededor del 95 por ciento para fines de 2022 al 60 por ciento para fines de 2023. Además, sigue siendo esencial mantener una estrategia proactiva de deuda interna para movilizar el financiamiento interno y mejorar el funcionamiento del mercado”, indicó el Fondo Monetario Internacional.