El presunto testaferro de la familia Kirchner, Lázaro Báez, recibió una mala noticia desde Chaco. La Cámara Federal de Resistencia confirmó su procesamiento por presunta evasión agravada por el uso de documentos falsos y por el monto involucrado.

Este nuevo traspié -como consecuencia- complica a los Kirchner en tribunales junto a varios colaboradores, entre ellos el ex presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza, y su contador Claudio Bustos.

La Cámara Federal de Resistencia también procesó al socio de Báez y exsenador justicialista chaqueño, Fabio Biancalani, como presunto coautor de tres hechos de evasión agravada, como así también al abogado Jorge Chueco, quien intentó fugarse y luego suicidarse cuando la Justicia ordenó su captura en la pesquisa por la llamada “ruta del dinero K”.

Ahora Báez, Mendoza, Bustos y Biancalani también deberán afrontar ahora embargos por $52 millones contra cada uno, monto que debería alcanzar para cubrir la cifra que la AFIP estimó que habrían evadido de Ganancias e IVA a través del uso masivo e intensivo de facturas apócrifas, en tanto que Chueco deberá sobrellevar un monto menor: $3 millones.

Los tres arrastran, también, problemas en Buenos Aires y Bahía Blanca.

En Chaco, la investigación judicial comenzó a partir de una denuncia de la AFIP, cuyos sabuesos detectaron irregularidades y presuntos delitos al revisar los libros contables de la empresa “Sucesores de Adelmo Biancalani”, constructora de Báez en la que el exsenador Fabio Biancalani permanece como accionista minoritario.