Fondo Monetario Internacional.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) le pidió a la Argentina que refuerce las medidas de ajuste para apuntalar la estabilidad y contener la inflación.

Un informe del Departamento para el Hemisferio Occidental del organismo que conduce Ilan Goldfajn advirtió que en el país “las vulnerabilidades internas y la incertidumbre en torno a las políticas, sumadas a un empeoramiento del entorno externo, están agravando las perspectivas“.

El FMI, en el documento “Las Américas: Navegando condiciones financieras más restrictivas”, afirmó que por las “debilidades domésticas y un contexto más desafiante”, el Gobierno debe profundizar el ajuste.

“La adopción de políticas más restrictivas en el marco del programa respaldado por el FMI será fundamental para apuntalar la estabilidad y contener la inflación, que ahora se proyecta que ascenderá a 95% a finales de 2022″, manifestó el fondo.

Además, ratificó que “se proyecta que el crecimiento del PIB real se modere a 4% este año, pero los riesgos a la baja predominan sobre estas perspectivas”. Para 2023 estimó un 2% y una inflación del 60%, en base a las proyecciones del Gobierno. También indicó que el déficit fiscal primario será del 1,9% del PBI para este año y del 1,4% para el próximo, y un porcentaje de deuda-PBI del 75,9% y del 75%, respectivamente.

Respecto al contexto internacional, el informe destacó: “La evolución económica reciente en las Américas -Estados Unidos, Canadá, y América Latina y el Caribe (ALC)- ha estado dominada por el impacto de dos shocks mundiales distintos: la pandemia de COVID‑19 y luego la invasión de Rusia a Ucrania. Un tercer shock –el endurecimiento de las condiciones financieras– está ahora incidiendo en las perspectivas”.

Inflación

El organismo afirmó que “las presiones inflacionarias se acumularon debido a perturbaciones relacionadas con la pandemia, la adopción de políticas expansivas, el repunte de la demanda y el efecto que la guerra en Ucrania ha tenido sobre los precios de la energía y los alimentos”. 

“La rápida respuesta de las autoridades monetarias de América latina frente al aumento de la inflación -mucho antes que en otras economías- ayudó a contener las presiones en los precios y a mantener ancladas las expectativas inflacionarias a largo plazo, pero la inflación sigue siendo elevada”, añadió. La Argentina mantiene la segunda tasa más alta de inflación de la región luego de Venezuela.

“En medio del endurecimiento monetario y financiero mundial, y la consiguiente ralentización del crecimiento mundial y la moderación de los precios de las materias primas, se prevé que la actividad se desacelere en toda la región de las Américas a finales de 2022 y en 2023, al tiempo que se espera que las presiones inflacionarias cedan gradualmente”, se detalló en el informe.

“El ímpetu de crecimiento continúa en América Latina y el Caribe y se prevé que la región crezca 3,5 por ciento en 2022. Pero en vista del endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, se proyecta que el crecimiento se desacelere a 1,7 por ciento en 2023”, agregó.

Acuerdo

La Argentina logró que el FMI aprobara la segunda revisión de su programa firmado en marzo pasado con algunas dispensas y el equipo económico confía en que pasará el último examen del año en diciembre para que llegue un nuevo giro del organismo que fortalezca las reservas del Banco Central.

Junto con ese aval, la directora Kristalina Georgieva declaró: “Se necesitarán políticas macroeconómicas prudentes y una implementación firme del programa para abordar una situación que aún es frágil, fortalecer la estabilidad y lograr los objetivos” del programa de facilidades extendidas.

“Es fundamental lograr los objetivos de déficit fiscal primario del 2,5 % del PIB en 2022 y del 1,9 % del PIB en 2023 para moderar el crecimiento de las importaciones, acumular reservas, fortalecer la sostenibilidad de la deuda y reducir aún más la dependencia del financiamiento del déficit por parte del Banco Central. Esto requerirá fortalecer el control del gasto y una mayor eficiencia de los subsidios y el gasto social”, añadió.