MADRID (DPA). El español Fernando Alonso, bicampeón más joven en la historia de la Fórmula 1, reforzó los cimientos de lo que puede ser el inicio de una nueva era de dominio en la máxima categoría motor. El año pasado, cuando con 24 años se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar un título de F 1, muchos le restaron méritos porque Ferrari y el alemán Michael Schumacher tuvieron un año desafortunado.
Pero en 2006, Alonso ganó ante la oposición de todo el imperio Ferrari. Y a partir del año que viene ya no estará Schumacher. Todos los expertos destacan las cualidades innatas del piloto de 1,71 metros de altura y 68 kilos de peso: su estilo de conducción es único, muy agresivo, pero tremendamente eficaz. “Simple, limpio y efectivo”, lo describió la prestigiosa revista F1 Racing. Pero ,incluso por encima de la habilidad de sus manos, destaca una cabeza perfectamente amueblada para soportar las enormes presiones de un joven ídolo en la jungla de dinero, glamour y riesgo que es la Fórmula 1.
Sólo en sus declaraciones, a veces contradictorias, sale a relucir su juventud. Procedente de una familia humilde de Asturias, su entorno no permite, salvo ocasionales polémicas con la prensa, que el éxito y el dinero perturben su clara mirada. No vive en una mansión en Mónaco, sino en un modesto departamento en Oxford; no conduce un espectacular descapotable, sino un utilitario deportivo que pasa desapercibido; no colecciona esculturales novias, sino que es muy celoso de su vida privada, de la que casi nada se conoce.
La máquina de ganar comenzó a forjarse a los 3 años, cuando se subió en el kart. Fernando necesitó unos suplementos especiales para llegar a los pedales, pero de inmediato descubrió que esa era su pasión. Año tras año, el joven piloto fue arrasando en todos los campeonatos que disputó. A los 14 años, se proclamó campeón mundial de karts. Con 18 años ganó la Fórmula Nissan y en el 2000 pasó a la Fórmula 3000. En 2003 llegó a ser volante oficial de Renault, el año pasado explotó y fue campeón. Esta temporada ratificó su extraordinario nivel. Ahora abandonará Renault y pasará a McLaren. Será un nuevo reto, pero enfrente ya no estará Michael Schumacher. Puede ser el inicio de una nueva era.