La detención de loscinco empresarios mendocinos en Miami abrió una segunda lectura sobre el grupo, cuando el caso estalló en nuestro país: detrás del episodio que los dejó frente a la Justicia de Florida –el caso fue liderado por la jueza Mindy Galzer– hay vínculos comerciales y sociedades compartidas.
De acuerdo con medios nacionales e internacionales, todos ellos –Diego Luis Xiccato, Mauricio Ariel Aparo, Sebastián Luis Moya, Juan Manuel Zuloaga y Juan Pablo Rua– quedaron arrestados el domingo, acusados de participar en una maniobra para sacar mercancía sin pagar del Dolphin Mall, uno de los centros comerciales más concurridos del sur estadounidense.
Los reportes de la Policía de Sweetwater señalaron que usaron valijas robadas de una tienda Burlington para esconder ropa tomada de locales como Columbia y The North Face.
Los agentes, que estaban fuera de servicio, actuaron después de una serie de alertas que se repitieron durante la tarde. Para las autoridades, la captura fue una pieza más dentro de la “Operación Fiestas Seguras”, un esquema de vigilancia reforzada por la temporada.
El vocero Álvaro Zabaleta reveló la investigación y dijo que los acusados “pensaron que podían irse sin pagar”, tal como informó actualidadradio.com. La mercadería recuperada superaba los 2.000 dólares.
En Mendoza, el nombre de cada integrante de la lista se relaciona con actividades económicas diversas.
Xiccato lleva adelante un salón de belleza que funciona con su apellido, mientras que Aparo es conocido en el ambiente del motociclismo y aparece registrado con negocios vinculados a la reparación automotriz. Moya comparte con él una sociedad inscripta en 2022 y, además, integra otras firmas, incluso una panadería. Zuloaga, con domicilio en Godoy Cruz, figura desde hace más de quince años en empresas de rubros muy distintos, con altas como empleador en algunos períodos.
Todos se conocen desde hace muchos años y tenían previsto volar de regreso a nuestro país este miércoles. Ese mismo día, confirmó la Justicia estadounidense, serán deportados.
El caso sumó un matiz particular al recordar un caso policial que involucró a uno de ellos, pero en rol de víctima. En 2013, Aparo, conocido por ser corredor de motos, sufrió un robo violento en su casa de Chacras de Coria, en Luján.
Llegaba de madrugada cuando dos ladrones armados lo interceptaron, lo maniataron y lo obligaron a guiarlos hasta una caja fuerte con dinero. Los delincuentes escaparon con su camioneta cargada de billetes, aparatos electrónicos y pertenencias personales. La causa abrió en ese momento varias hipótesis sobre un posible dato previo o un ataque oportunista en un barrio sin servicios de seguridad.