Tiene 31 años y jamás había tenido un roce con la Justicia. Sin embargo, a mediados del año pasado fue detenido luego de ser denunciado por el abuso sexual contra un joven en su departamento de Ciudad.

En numerosas ocasiones, su defensa buscó la libertad y hasta el sobreseimiento en la causa que instruye la fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual Virginia Rumbo. Pero la Justicia siempre avaló la investigación desarrollada por la representante del Ministerio Público y esta semana un juez confirmó el juicio oral en su contra.

Los representantes legales del acusado habían presentado un recurso de oposición al requerimiento de elevación a debate. No obstante, el magistrado Sebastián Sarmiento, del Juzgado Penal Colegiado Nº 1, rechazó el pedido de los letrados Óscar Daniel Ortiz y Carlos Famiglieti, por lo que el hombre será juzgado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y arriesga penas de 6 a 15 años de encierro.

El sospechoso sólo pasó algunas semanas en la cárcel, ya que desde julio del año pasado se encuentra cumpliendo la prisión preventiva en modalidad domiciliaria en una vivienda de Tunuyán, donde esperará el debate.

La denuncia que lo complicó sostiene que durante la madrugada del 1 de mayo del año pasado, aproximadamente entre las 6 y las 7, el imputado llevó a un joven, que en ese entonces tenía 24 años, hasta su departamento de calle Rioja.

De la reconstrucción que hicieron los detectives del caso indica que “aprovechando su estado de embriaguez”, el presunto abusador lo empujó hacia una cama, donde le realizó tocamientos en los genitales y las piernas.

Allí, el denunciante trató de sacárselo de encima para que se detuviera, pero no lo logró, surge del expediente. Acto seguido, el acusado lo tiró sobre la cama y obligó a que le practicara sexo oral, ejerciendo fuerza en la cabeza del joven para que no se zafara.

Luego, mientras el muchacho continuaba intentando reincorporarse y ofrecía resistencia, el sospechoso lo tomó de los brazos para darlo vuelta y lo accedió carnalmente, agrega la teoría oficial.

A raíz de la vejación, el denunciante resultó con lesiones en sus partes íntimas, las cuales fueron constatadas a través de los peritajes físicos que le practicó el Cuerpo Médico Forense (CMF).

Ese examen es una de las pruebas que más compromete al imputado en la causa y luego de casi un año y medio de investigación, la Justicia terminó por confirmar la elevación a juicio oral.