El negocio, famoso por la venta de tortas por porción, dio el salto al formato de franquicia. La primera apertura de Cake in Box bajo esta modalidad marca un estratégico regreso a la zona donde estuvo ubicado su primer local.
La reconocida marca de pastelería está impulsada por Juan Ignacio Rocha y su madre y socia, Adriana Delpino. “Este proceso se viene gestionando hace unos dos años. Analizamos dos caminos distintos: seguir creciendo con locales propios o establecer manuales de procedimiento, con personas que quieran dedicarse al rubro, y guiarlas mediante auditorías para que puedan representar la misión y visión de la marca”, explican.
Finalmente, decantados por el formato de franquicias, el Barrio Bombal fue el punto de partida elegido para este nuevo capítulo, que consolida la transición de un emprendimiento local a una cadena con aspiraciones de expansión. Esto permite a los creadores de la marca dedicarse plenamente a la producción y elaboración de los productos.



En este sentido, destacan que brindan soporte a los franquiciados mediante capacitación constante, auditorías diarias, semanales y mensuales según crecimiento y movimiento del lugar, marketing de marca y provisión de productos pasteleros y panaderos.
Regreso al Barrio Bombal
La elección del espacio ubicado en calle Arizu 245 -donde anteriormente funcionó Armonía Café- para esta primera franquicia no es casual: fue en esta zona donde el negocio dio sus primeros pasos.
Aunque el local original se había cerrado, la posibilidad de regresar apareció después de unos años, motivada por el profundo conocimiento de la zona y una base de clientes ya fidelizados. Señala Rocha: “Volvimos distintos a como nos fuimos, porque durante este tiempo de ausencia la marca mutó a un concepto distinto, conservando su esencia pero adaptándose al cambio constante que las nuevas modas plantean”.
En un mercado de pastelerías y coffeeshops de Mendoza con alta competencia, el secreto para fidelizar a la clientela radica en la constante renovación. El negocio se mantiene activo “renovando productos, aprendiendo constantemente de lo nuevo y rediseñando locales, manuales de marca, carta y productos”.



También comentan que, si bien el concepto inicial se centró en el take away y el delivery (la caja o box), hoy el consumo en el lugar se ha convertido en un gran fuerte, jugando un papel tan importante como la venta para llevar.
Entre los productos estrella, las tortas por porción siguen manteniendo un papel muy importante, acompañadas por la popularidad de los distintos tipos de brunchs para compartir. Las porciones rondan los $10.000 y tienen una amplia variedad, entre ellas marquise de chocolate, red velvet, banana split, mil hojas, cheesecake y bombón de nuez, por nombrar solo algunas. La marca también está incorporando gradualmente opciones sin TACC, keto y veganas a su menú.
Y aunque la primera franquicia en el Barrio Bombal acaba de inaugurarse, sus dueños comentan que ya hay “varias opciones en espera” para nuevos puntos de venta dentro y fuera de Mendoza, marcando un sólido plan de expansión a mediano plazo.
El nuevo local del Barrio Bombal abre de lunes a sábados de 8 a 21, atendiendo los domingos de 9 a 14 y de 17 a 21.
