El destituido juez federal Walter Bento volvió a declarar este viernes en el megajuicio que lo tiene sentado en el banquillo de los acusados, procesado como líder de una asociación ilícita que cobraba coimas a presos federales a cambio de beneficios judiciales. Y adelantó que lo hará las veces que sea necesario para dar a conocer su versión de los graves delitos que se le imputan.

La línea argumentativa que siguió el ex magistrado, que desde su remoción en noviembre del año pasado está preso en la cárcel federal de Cacheuta, no tuvo grandes modificaciones con respecto a sus anteriores declaraciones. La principal novedad fue que ahora apuntó directamente contra la prensa, a la que acusó de no contar con exactitud lo que está ocurriendo en el debate ante el Tribunal Oral Federal N° 2.

El resto de su declaración, más allá de detalles puntuales sobre algunas causas, no tuvo sorpresas: cuestionó al fiscal federal Dante Vega, a algunos policías que lo investigaron, a ciertos testigos que complicaron su situación y a reconocidos dirigentes políticos.

“No se pueden llevar puestos a un juez federal si no es a través de medios judiciales, policiales, políticos y hasta mediáticos”, insistió el ex juez, que también defendió su tarea al frente del Juzgado Federal N° 1: “Todas las resoluciones que he firmado las volvería a firmar”, comentó.

Una de las obsesiones de la defensa de Bento es intentar demostrar que el análisis del contenido de su teléfono estuvo plagado de irregularidades. Hay que recordar que el ex magistrado no entregó su celular, lo que obligó a los investigadores a solicitar a la empresa Movistar una “duplicación” de la tarjeta SIM para acceder a las conversaciones que mantenía por diferentes aplicaciones de mensajería instantánea.

Ese capítulo del celular es uno de los más particulares del Bentogate, ya que el ex magistrado fue al menos en dos oportunidades a oficinas de Movistar para intentar recuperar su línea telefónica, que estaba a nombre del Concejo de la Magistratura. Cuando lo lograba, los pesquisas tenían que solicitar nuevamente una duplicación del chip para ingresar nuevamente a los chats. Y, según declaró el policía a cargo de esa tarea, cuando volvía a acceder al Whatsapp y Telegram de Bento, detectaba que algunas conversaciones habían sido borradas.

Este viernes Bento puso en tela de juicio la pericia y la capacitación de Federico Ponce, el jefe de la División de Delitos Tecnológicos de la Policía de Mendoza que se encargó de extraer y analizar la información de la tarjeta SIM “duplicada”. También enfatizó sobre la “intromisión en el derecho a la privacidad” y la “suplantación de identidades de manera ilegal”, además de destacar la “presión” que autoridades policiales y judiciales supuestamente ejercieron sobre el efectivo para que agilizara su trabajo.

En su declaración, Ponce justificó su decisión de realizar capturas de pantalla a las comunicaciones que logró extraer de las cuentas de Bento. Ese punto es uno de los más cuestionados por la defensa del ex magistrado, que este viernes recordó ese testimonio en el debate con ironía: “Transpiraba, como dice el dicho, como testigo falso, porque estaba incómodo”.

“¿Qué encontraron en mi teléfono? Nada, absolutamente nada. Con toda la ilegalidad no encontraron nada, pero siguieron adelante”, dijo Bento. Y agregó: “No es casualidad que la persona menos capacitada haya hecho el trabajo más importante”.

Otras frases de Bento

  • “Esta causa no se armó con pruebas, ni siquiera con indicios. No tienen absolutamente nada porque nunca hice algo ilegal, jamás. Yo juré hacer bien mi trabajo y así lo hice”.
  • “A mí me interesa la verdad, pero siento preocupación porque pasan los días, pasan los meses y resulta que yo no veo que exhiban ninguna prueba contra mí”.
  • “Resulta que estoy sentado acá por charlas de café, oídas de oídas de lo que alguien dijo”.
  • “Quiero que quede constancia que en todas las sesiones quiero declarar. ¿Quién lee 70 cuerpos ¿Quién lee un requerimiento de elevación de 150 hojas? Cuanto más hojas, menos gente lee”.
  • “Es una construcción, una invención de una novela de terror, pero no es una causa judicial, esto no tiene pruebas”.
  • “Acá no hay arrepentidos, acá hay gente que negoció porque estaban privados de la libertad”.