Desde hace un tiempo, dos sectores del oficialismo de Mendoza vienen reforzando el vínculo político con la Ciudad de Buenos Aires. La presentación del nuevo Distrito del Vino en el barrio de Villa Devoto, entre Rodolfo Suarez y Horacio Rodríguez Larreta, marca este camino que se viene gestando desde 2015 y que gira alrededor del modelo de gestión porteño, pero también con un horizonte definido: la construcción de una estructura política hacia el 2023.
En el radicalismo mendocino, el team Suarez de Rodolfo y Ulpiano, uno en la provincia y el otro en la municipalidad de Capital; del otro lado, y afianzado en la pertenencia al mismo partido, el PRO, Omar de Marchi y Sebastián Bragagnolo en la comuna de Luján de Cuyo. Ambas líneas internas de Cambia Mendoza han encontrado en las oficinas de calle Uspallata 3160, la sede del gobierno porteño, una referencialidad por fuera de la provincia. A su vez, esta relación de CABA no es sólo con mendocinos.
Como ya se planteó acá, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires comparten un bloque duro que se plantó ante las decisiones tomadas en la Casa Rosada, como aperturas de actividades y clases presenciales.
El modelo influencer
No hay vidriera política como la de Buenos Aires. Por eso, el acto que compartió el jueves con Rodríguez Larreta le sirvió al gobernador mendocino para instalarse en ese escenario donde se define gran parte de la política nacional. La relación viene desde que Suarez era alcalde en Capital y, ya desde antes, cuando Víctor Fayad en 2009 comenzó a importar algunas actividades craneadas bajo la gestión de Mauricio Macri como el festival de cine BAFICI. Aquel vínculo también tuvo exabruptos intensos -en tiempos en los que el PRO era crítico de la gestión radical-, pero aún así continuó y se profundizó hasta los actuales referentes.
Actualmente, el nexo es la Subsecretaría de Cooperación Urbana Federal, a cargo de Lucas Delfino, un funcionario que durante el gobierno de Macri revistó como subsecretario de Gestión Municipal en el Ministerio de Interior, es decir, a cargo de las relaciones con los intendentes de todo el país. Ahora, Delfino es uno de los operadores en el territorio nacional de Larreta y responsable de transferir el know how de lo que se experimenta y da resultado en CABA en una diversidad de materias y problemas. En el mapa interno del PRO, Delfino forma parte de La Territorial.

Tanto Suarez en Capital como Bragagnolo en Luján han firmado varios acuerdos. “En general, lo que ofrecen es una metodología de trabajo, te indican cuál sería el procedimiento mínimo para llevar adelante y si lo necesitás, te hacen un seguimiento, te couchean, te ayudan a redactar los pliegos. Lo tienen muy aceitado y casi todo lo que te ofrecen, funciona y funciona muy bien“, explicaron desde una de las municipalidades mendocinas.

“Con nosotros, por lógica, hay una atención preferencial“, admitieron en Luján y destacan la buena relación entre De Marchi y Delfino que viene desde el Ministerio de Interior. También con Bragagnolo, desde su época de diputado nacional. Y aseguran que participan de muchos programas de formación “para mejorar la gestión. Estos múltiples convenios que ellos firman les permiten acortar la curva de aprendizaje. A nosotros hay algunas cosas que no nos interesan porque ya las tenemos, pero hay municipios más chicos que les interesa todo porque no tienen nada”.
En tanto, en Capital explicaron que trabajan desde que Ulpiano se hizo cargo “replicando algunos formatos que ellos tienen, porque a nosotros nos sirven bastante. De ambiente, innovación, tecnología, turismo. Mirando lo que están haciendo”
Mientras que explican que en Mendoza la mayoría de los intendentes se movilizan por “olfato o por experiencia”, el modelo de gestión aplicado en CABA tiene un tablero de control con indicadores y variables, validado con encuestas, que “está basado en resultados. Ellos le agregan el método científico de estudiar, analizar, implementar, medir, corregir e implementar nuevamente“.
De igual manera, “mantienen una conducta religiosa de la reunión de gabinete y la coordinación. Son fanáticos de esa metodología. Además, les han dado la vuelta al problema y ya están en el ajuste”, describieron sobre las bondades del modelo que lleva adelante el PRO.
En la comuna capitalina sostuvieron que “se comparten algunos sistemas tecnológicos, modalidades de trabajo que están a la vanguardia y que funcionan. Todo lo que es el trabajo sobre indicadores, análisis de variables, información estadística, esos son los temas que se trabajan”.

Esa particular forma de abordar una problemática ciudadana se ha transformado prácticamente en una gestión influencer: “Han logrado con nosotros en Luján que, ante un problema, consultemos cómo lo habrán hecho en CABA. Se tornan en una referencia“.
Ambos intendentes, el radical y el macrista, parecen no perderse pisada en esta carrera de posicionamientos.
Win win
Pero por supuesto, no es altruismo sino una construcción política que tiene que ver con el camino que está trazando Rodríguez Larreta hacia las elecciones de 2023 como uno de los principales referentes de Cambiemos a nivel nacional. En Mendoza señalan que esta es una de las diferencias con Mauricio Macri cuando éste se encontraba en ese mismo cargo. En febrero pasado, Suarez recibió en Casa de Gobierno al jefe de gobierno y la agenda en común comenzaba a trazarse. “Esa dinámica de trabajo la queremos mantener. Podemos aprender mucho de la Ciudad de Buenos Aires“, afirmó entonces Suarez. En marzo, fue el mandatario mendocino a CABA para presentar la Fiesta de la Vendimia en territorio porteño. Actualmente, CABA hace promoción turística en Mendoza.
Idéntico posicionamiento está edificando Rodolfo Suarez en este fortalecimiento de vínculos con el macrismo que va más allá de lo meramente institucional. En el ranking de imagen que mensualmente publica la consultora CB, el mendocino está mejor posicionado que el porteño. Esa vidriera porteña le permitió al gobernador de Mendoza instalar sus logros, que sirve a su vez para diferenciarse de la forma de hacer política del peronismo, cuestionado en la última semana por las iniciativas con las que intenta revertir el resultado de las PASO.

“La vitivinicultura es parte del #ModoMendoza que queremos llevar al país y al mundo. Desde el Estado entendemos que tenemos que poner a disposición del sector privado y emprendedor, herramientas que los ayude a crecer. Es la única manera de generar empleo y riqueza genuina”, sostuvo días atrás Suarez en la presentación del Distrito del Vino, a esta altura, una excusa.
“Queremos generar sinergias para potenciar el desarrollo productivo federal y promover el desarrollo de las economías regionales más competitivas de la Argentina, como la vitivinícola, para generar trabajo. Este nuevo distrito será una excelente vidriera nacional e internacional para bodegas de todo el país”, ponderó de manera más concreta Rodríguez Larreta.
El mensaje de Suarez también pareció apuntar no sólo hacia afuera, sino también hacia dentro del radicalismo: “Esta alianza estratégica que se expresa en este proyecto no es casual. Nos une a la Ciudad de Buenos Aires una mirada estratégica sobre los temas esenciales del país, haciendo frente muchas veces a las mezquindades de un Gobierno nacional que discrimina a los estados cuyos ciudadanos no han elegido su color político”, sostuvo el gobernador de Mendoza.
Estas definiciones, a su vez, permiten vislumbrar cómo se va estructurando la interna de la principal alianza opositora. A la par del acercamiento entre Suarez y Larreta, le sigue el de Alfredo Cornejo y Patricia Bullrich, ambos presidentes de la UCR y el PRO respectivamente, y de la misma forma con proyección presidencial.
En Luján de Cuyo la tienen clara, al respecto, donde dan cuenta de las proyecciones en juego: “Interpretamos que están llevando un modelo evangelizador, que les genera la garantía de que esos vínculos políticos no se van a deshacer porque las gestiones que ellos apoyen alcancen un éxito, lo cual les da crecimiento al programa político de gobierno. No es como una alianza política de Alberto y Cristina, que al primer problema explota, sino que en la cabeza de Larreta está buscando alianzas y programas políticos que sean sostenibles en el tiempo“.
Por su lado, en Capital sostienen que “van tejiendo a nivel federal con un montón de municipios y van viendo con aquellos que tienen mejor afinidad y se puede trabajar. Han tenido buena repercusión y van tejiendo un escenario político, es la ganancia de ellos. Estrategicamente, Larreta tiene esa relación con los intendentes fuera del conurbano y la capital. Hay un entretejido político y de vínculo que construye a partir del modelo de trabajo”.