Todos los 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil, no se trata de una fecha para festejar, sino para sensibilizar y concientizar sobre la importancia de los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes y sus familias. La enfermedad, detectada a tiempo, tiene un alto nivel de sobrevida.

Este día se celebró por primera vez en el 2002 y, desde entonces, la particularidad es concientizar a la sociedad de que el cáncer pediátrico existe y a cualquiera le puede tocar, nadie está exento de la enfermedad, aunque es meritorio destacar que tiene una incidencia muy baja en los niños.

“El cáncer infantil es curable. La posibilidad de sobrevida puede extenderse hasta más de 80%, para ello es necesario un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y lograr un cuidado integral del paciente”, dijo Guillermo Arbesú, jefe de Hemoterapia del Hospital Humberto Notti, quien, con especialistas de oncología del nosocomio, y de las fundaciones Tras Pasar y Fundavita, montaron una carpa para concientizar sobre la enfermedad.

“Es necesario que todos los niños en cualquier lugar del mundo tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento preciso y a tiempo, para eso es que se conmemora este 15 de febrero, no es un festejo, más bien es crear conciencia”, dijo el médico.

“Por año se diagnostican en Argentina un promedio de 1.290 casos nuevos de cáncer pediátrico, en Mendoza, existen unos 60 pacientes nuevos por año, lo que no quiere decir que tengamos en tratamiento ese número por año, sino que son los que están en tratamiento y vienen de otros años y los que están en seguimiento, que es necesario hacerlo hasta después de los 5 años, una vez finalizado el tratamiento”, comentó Edith Casas, jefa del Servicio de Oncología.

En los últimos diez años, el número de casos nuevos registrados en todo el país se ha mantenido estable. Existe una incidencia anual cercana a 124 casos por millón de niños.

Respecto de los tipos más frecuentes y las edades más propensas en las que se da la enfermedad, Guillermo Arbesú aseguró: “Predominan las leucemias, tumores del Sistema Nervioso Central y linfomas; y, con relación a las edades, las más recurrentes o que tienen mayor incidencia van de 2 a 7 años, aunque el cáncer está presente en cualquier edad”.

A la hora de hablar de las señales de alerta para detectar la enfermedad, Arbesú fue claro y contundente: “Tratamos de ser prudentes en cuanto a alertar a la población en general sobre los síntomas del cáncer, porque pueden parecerse a enfermedades más banales, lo que sí trabajamos es sobre los pediatras y los médicos de cabecera de los niños para que siempre tengan presente que el cáncer pediátrico existe y, cada tanto, es posible estar frente a un caso. Para ello es necesario hacer en forma inmediata un diagnóstico y enviar al pequeño al centro de alta complejidad, como el Notti”.

La importancia de estar contenidos

Si bien la posibilidad de sobrevida, con un tratamiento acorde, es elevada, es duro para el paciente y su familia afrontar esa situación. Por ello, en el nosocomio se encuentra la Fundación Tras Pasar, que tiene como propósito acompañar y sostener a la familia de esa persona que posee cáncer.

“Somos una ONG sin fines de lucro que desde hace 10 años trabajamos en forma voluntaria en el Notti. Nuestra misión es brindar apoyo y contención, desde lo emocional y económico, a la familia y al pacientito que entra en tratamiento”, contó la fundadora de la sede, Mercedes Carrión.

Respecto del trabajo que realizan las voluntarias, Mercedes contó que desde muy temprano se comienza con el acompañamiento: “Los chicos llegan bien temprano para realizar el tratamiento y es ahí donde comienza nuestro trabajo, mediante juegos y entretenimientos, la idea es despejarlos un poco de la realidad que les toca afrontar, lo mismo hacemos con sus padres, a quienes les prestamos nuestro oído para que les sea más llevadera la situación”, comentó Carrión.