Al menos tres personas vestidas con trajes de camuflaje abrieron fuego con armas automáticas este viernes en el salón de Crocus City Hall de Moscú, donde un gran número de personas se había reunido para ver un concierto. Luego, los atacantes lanzaron “una granada o una bomba incendiaria” que dejaron el edificio en llamas.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, admitió la muerte de varias personas en el tiroteo ocurrido este viernes justo antes de un concierto de rock en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa. En tal sentido, medios moscovitas destacan que el ataque dejó un saldo de al menos 40 fallecidos y decenas de heridos.

Imágenes difundidas por las redes sociales muestran a tres personas irrumpiendo en el lugar y abriendo fuego indiscriminadamente en el interior de la sala usando fusiles automáticos. De todas maneras, las autoridades no descartan que la presencia de más tiradores.

Hasta el momento no existe ninguna reivindicación de la autoría del peor ataque terrorista en Rusia en dos décadas.

“Hoy en (…) el Crocus City Hall ocurrió una terrible tragedia. Mis condolencias a los familiares de los muertos”, escribió Sobianin en su canal de Telegram. Unidades especiales y efectivos antidisturbios fueron desplazados al lugar para contener la dramática situación.

En tanto, mientras continuaban las llamas en el Crocus City Hall, los bomberos rescataron a unas 100 personas que se ocultaban en el sótano. También fueron evacuados los integrantes del grupo Piknik.

“Las personas que estaban en la sala se tumbaron en el suelo para escapar del tiroteo, permanecieron allí durante 15 o 20 minutos, después de lo cual empezaron a salir arrastrándose. Muchos lograron salir”, señalaron portales rusos.

Las embajadas occidentales en Rusia habían advertido sobre posibles atentados terroristas en este país, avisos que el presidente Vladímir Putin consideró “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”