El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió a cientos de jóvenes –que esgrimieron una serie de demandas en favor de su inclusión social– invertir en educación, en un acto electoral celebrado en la favela Ciudad de Dios. Representantes de la comunidad, de movimientos juveniles y artistas que crecieron en esa favela carioca se sucedieron en el escenario de la escuela de samba Mocidade Unida de Jacarepagua para pedir al presidente y candidato a la reelección más apoyo en educación y formación profesional.

   “Basta de policía en las favelas” y “basta de desempleo”, gritó la cantante Lecy Brandao, quien reclamó más oportunidades para los jóvenes brasileños. Esa fue también la reivindicación de MV Bill, un cantante de hip-hop que nació en Ciudad de Dios y autor de un duro documental sobre la participación de niños y adolescentes en el narcotráfico, y que pidió dar a los jóvenes la posibilidad de expresarse, ganar un espacio en la sociedad y eludir la marginalidad.

    El presidente y candidato del Partido de los Trabajadores (PT) reconoció que hay una gran deuda con los jóvenes brasileños que “tardará mucho en ser pagada”, pero prometió que será una de las preocupaciones de su gobierno si es reelegido, como parecen indicar las encuestas de opinión, en los comicios que se celebrarán el 1 de octubre. Lula, quien encabeza con amplitud todas las encuestas, afirmó que Brasil “desperdició muchas oportunidades” en el siglo XX y “tiene que recuperar el tiempo perdido”.

    La transformación de Brasil pasa por la educación, aseguró el presidente ante una audiencia compuesta mayoritariamente de jóvenes y adolescentes, aunque también había niños y hasta algunos ancianos. Además de exportar soja y jugo de naranja, Brasil “tiene que exportar conocimiento”, que es “lo que da riqueza a un pueblo”, afirmó. El presidente recordó que él fue el único de ocho hermanos que aprendió una profesión, y, gracias a eso, el primero en tener casa propia, una televisión, un automóvil, y el primero que ganó un salario mínimo.