En otras épocas, la Ciudad de Mendoza era considerada una de las más limpias del país, por el esfuerzo de sus gobiernos para mantener en condiciones sus espacios públicos. Hoy, a pesar de que existen basureros, hay gente que decide arrojar sus desperdicios en el lugar que se le antoje.

Hay una palmera en calle Rioja casi Garibaldi que sirve de cesto. Allí cualquier maleducado deja cualquier cosa, pero principalmente, botellas de plástico.