La polémica por los videos de internos de San Felipe y Almafuerte que desafían las prohibiciones con asados, música y mensajes de “pronta libertad” en redes sociales derivó en una amplia requisa en el penal capitalino. El operativo, que se desarrolló en el módulo 5B de San Felipe a las 11.30, al otro día de que trascendieran las imágenes, estuvo a cargo de personal penitenciario y permitió el secuestro de teléfonos, drogas, armas blancas y dinero.
Durante la inspección se incautaron 16 teléfonos celulares y 12 cargadores, todos sin identificar a sus dueños; además, se secuestraron 3 elementos cortopunzantes, $3.200 en efectivo y 7 envoltorios con una sustancia estupefaciente. Los objetos estaban distribuidos en celdas y espacios comunes del módulo de la cárcel capitalina.
La medida se ordenó a raíz de la publicación de El Sol, que expuso cómo algunos internos de San Felipe y Almafuerte subían a TikTok y Facebook videos grabados dentro de los pabellones, en los que se mostraban cocinando asados, grabando canciones, bailando, posando con televisores y equipos de música, o celebrando la última nevada desde el patio de los penales. Todo esto pese a que el uso de celulares en las cárceles está prohibido.
Entre los protagonistas de esos videos figuraban nombres conocidos en el ambiente penitenciario, como Luciano Ezequiel “Chano” Miyicay Robledo -condenado a prisión perpetua por el asesinato del futbolista Joel González-, Kevin Sarabia y Cristian Cairú, este último referente del módulo 5B de San Felipe, justamente el sector intervenido en la requisa.
Presos “tiktokers” suben videos y desafían las prohibiciones con asados, música y “pronta libertad”
Desde hace semanas, una serie de videos filmados dentro de las cárceles de Almafuerte y San Felipe, en Luján de Cuyo y Capital, respectivamente, empezaron a viralizarse en redes como TikTok y Facebook. No se trata de registros filtrados ni imágenes…
La publicación generó tensión en la interna carcelaria y expuso que, pese a las resoluciones judiciales y administrativas, los teléfonos siguen circulando en manos de los presos. Si bien el operativo se concretó en San Felipe, fuentes penitenciarias confirmaron que no hubo medidas similares en Almafuerte, donde también están alojados reclusos que continúan utilizando redes sociales desde prisión.
El caso reactivó el debate por el uso de celulares en las cárceles mendocinas. Durante la pandemia por coronavirus, se autorizó su ingreso de los aparatos para mantener el contacto familiar ante la suspensión de visitas, pero la Suprema Corte ordenó su retiro progresivo.
Una resolución judicial del juez Sebastián Sarmiento frenó el proceso en abril, el que luego se reactivó con la quita progresiva de los celulares y la semana pasada el Ejecutivo anunció una inversión de 2.500 millones de pesos para instalar un sistema de bloqueo selectivo de señal alrededor de los penales, con el objetivo de frenar la comisión de delitos desde el interior.
