Tal como se venía anunciando, las diferentes asociaciones médicas de Mendoza decidieron modificar el valor de la consulta. De este modo, desde enero del 2024, los mendocinos que quieran atenderse de forma particular en el sistema de salud privado y aquellos que tengan prepaga u obra social y asistan al médico deberán abonar 10 mil pesos, es decir, 1.700 pesos más que lo que se paga en la actualidad.

La decisión se tomó en forma conjunta con la Federación Médica de Mendoza y tiene que ver con el atraso en los valores de las prestaciones que abonan las obras sociales y prepagas, lo que impide que los profesionales puedan cubrir los costos de su trabajo.

“Son muy pocas las prestadoras que pagan en tiempo y forma, la mayoría paga la consulta a seis mil pesos, pero también hay varias que el importe que abonan no llega a los tres mil pesos. La situación que estamos atravesando es compleja y de mucho desgaste”, expresaron a El Sol algunos profesionales.

Cabe aclarar que los diez mil pesos sólo lo pagarán aquellas personas que no cuenten con obra social y los pacientes cuyas prestadoras paguen un valor muy bajo por la consulta, inferior a los cuatro mil pesos.

En tanto, el resto de los afiliados pagarán un coseguro que se regirá teniendo en cuenta el valor que la empresa paga por la consulta. A modo de ejemplo, los profesionales explicaron que los socios de prestadoras que abonan seis mil pesos tendrán que abonar una diferencia de cuatro mil pesos.

“Teniendo en cuenta el aumento que se viene para el próximo mes, anhelamos que las empresas mejoren también los valores de las consultas, de ese modo, tanto los médicos como los afiliados se verán beneficiados”, manifestaron de las asociaciones.

Última actualización

A mediados de diciembre fue la última vez que se modificaron los valores, llegando la consulta ética mínima a 8.300 pesos. Cabe aclarar que muy pocas prestadoras igualaron esos valores, por lo que la mayoría de los pacientes tuvo que afrontar el pago de coseguros, cuyos valores oscilaron entre mil y cuatro mil pesos.

En ese entonces, se acordó que la actualización se realizaría de manera bimestral, dependiendo de la inflación y de las nuevas pautas económicas que se vayan presentando.

Además, manifestaron que lejos de acortarse los plazos de pago, estos han seguido registrándose de manera diferida y distanciada, a 45 y 90 días.

Una lucha desgastante

El conflicto entre los médicos y las prestadoras arrancó en septiembre de este año. Fueron los profesionales mendocinos los que alzaron la bandera e impusieron el cobro de un coseguro.

Con el tiempo, la medida se replicó en varias provincias del país y, en la actualidad, no hay ningún profesional médico que no cobre un coseguro por su atención.

En paralelo, las prepagas, lejos de mejorar el nomenclador, decidieron aumentar el costo de sus servicios.

Se estima que, tras la liberación de tarifas, anunciadas por Javier Milei en el Decreto de Necesidad y Urgencia que este viernes se puso en marcha, en enero, la mayoría de las prestadoras incrementará sus valores en un 40% promedio.