Ernesto Contreras falleció este domingo tras haber sufrido problemas en su vesícula y haberse contagiado de coronavirus, lo que agravó su estado de salud. Así nos dejó el Cóndor, que empezó su carrera con un una bicicleta prestada y se transformó en uno de los tres máximos exponentes del deporte mendocino.

Contreras integra, junto a Nicolino Locche y Víctor Legrotaglie, la trilogía de los deportistas dorados forjados en nuestra provincia. Ernesto nació el 19 de junio de 1937 en Medrano, Junín, Mendoza, Argentina, a los 19 años empezó su carrera deportiva con una bicicleta prestada.

Su debut fue con un triunfo el 22 de abril de 1956 en el departamento de San Martín, para luego clasificarse tercero en el Premio Cerro de La Gloria. El domingo 13 de junio se proclama campeón mendocino al superar a Arturo Tejedor uno de los más grandes ciclistas de esos años. A los pocos meses, el 14 de octubre resulta campeón argentino de persecución en pista con record argentino en la ciudad bonaerense de Trenque Lauquen.

El “Cóndor de América”, así bautizado en la época de los recordados Cruces de Los Andes entre 1967 y 1974 – dos primeros puestos, dos segundos, un tercero y un séptimo – por el periodista deportivo Marcelo Houlné por sus increíbles hazañas en la geografía de la montaña – Los Caracoles de Villavicencio, La Cruz de Paramillos, El Cerro Negro y Paramillos, Portillo y La Cuesta de Chacabuco en territorio chileno.

Contreras es, además, considerado uno de los mejores de la historia tras haber ganado 8 veces el Campeonato Argentino de Persecución Individual de forma consecutiva

Finalmente, su retiro fue a los 41 años de edad, dejando una huella imborrable en las rutas de nuestro país.