La máxima autoridad palestina en Líbano y líder de Al Fatah, el sultán Abul Aynein, elogió el papel de Francia y España durante el conflicto entre Israel y Hezbolá y alabó las gestiones que realizaron ambos países para lograr un alto el fuego. Abul Aynein, entrevistado por Efe en el campo de refugiados de Rashidiye, en el sur libanés, es la principal autoridad de los más de 400.000 refugiados palestinos en Líbano –más de diez por ciento de la población del país– y ha vivido en la clandestinidad y escapado de israelíes y libaneses en los últimos quince años.
Llegar hasta el refugio de Abul Aynein a través de las intrincadas y pobres callejuelas de Rashidiye es una tarea complicada. Tras pasar el puesto de control del Ejército libanés a la entrada del campo, varios milicianos de Al Fatah siguen al periodista por todos lados con sus ametralladoras en ristre. Una vez en su cuartel general y tras varios cacheos y controles por parte de su decena de guardaespaldas armados, se llega al despacho de Abul Aynein, una isla de comodidad en medio de la miseria del campo, equipada con moderna tecnología de comunicaciones. “Francia y España jugaron un buen papel en esta guerra en favor de la paz”, afirma el sultán, vestido impecablemente con un traje gris marengo y una corbata azul marino que no desentonaría en Wall Street, desde su mesa poblada de fotos de Yaser Arafat.