Al menos, 1.183 personas perdieron la vida y otras 4.055 más resultaron heridas durante la reciente ofensiva israelí contra Líbano, afirmó la ONU en un comunicado difundido ayer en Beirut. La nota explica que, además, tres personas, entre ellas, un niño, fallecieron y otras 52 resultaron heridas por la explosión de artefactos no detonados después del cese de los combates, el 14 de agosto. Sólo en las zonas de Yohmor, Smayieh, Ras Al Ain, Tibnin y Aita al Jabal, en el sur de Líbano, un equipo de especialistas enviados por la ONU ha desactivado 445 explosivos sin detonar.
Por otra parte, cerca de 6.000 viviendas han sido reducidas a escombros por los bombardeos israelíes sobre los barrios del sur de Beirut y otras 12.000 han quedado seriamente dañadas de manera parcial, informó ayer a Efe Bilal Naim, miembro del Consejo central de Hezbolá y responsable de la reconstrucción de la zona. Naim indicó que el movimiento islamista ya ha proporcionado dinero a la gente que perdió sus hogares para alquilar una nueva casa y comprar algunos muebles, mientras el Gobierno libanés decide sobre las medidas de compensación a las víctimas de los bombardeos.
Según comprobó Efe, buena parte de las montañas de escombros que poblaban los barrios del sur ya ha sido removida por las excavadoras financiadas por Hezbolá con la ayuda del Ejecutivo libanés. Asimismo, Naim señaló que esperan recibir también la ayuda del Gobierno y de algunos países árabes para reconstruir los edificios destruidos, para lo que se precisarán sumas ingentes de dinero. Según los cálculos del grupo chií, más de 4.000 millones de dólares serán necesarios para financiar las operaciones de reconstrucción en todo el país, 1.000 millones de ellos, para los barrios del sur de Beirut.