Boris y Sofia Gurman

El ataque terrorista ocurrido el domingo en Bondi Beach, la playa más popular de Australia ubicada en Sidney, dejó un total de 15 personas muertas y decenas de heridos. En medio de la violencia islamista, una pareja de vecinos intentó intervenir para frenar a uno de los atacantes, pero murió tras enfrentarse cuerpo a cuerpo con él.

Se trató de Boris y Sofía Gurman, un matrimonio de origen ruso-judío que vivía en el barrio de North Bondi. Él tenía 69 años y ella, 61. Ambos caminaban por la zona cuando advirtieron el inicio del ataque y la presencia de uno de los agresores armados.

Según reconstruyó la Policía de Nueva Gales del Sur, el atacante descendió de un vehículo estacionado sobre Campbell Parade, desde donde comenzó a disparar. En el automóvil se hallaron símbolos vinculados al extremismo islámico.

Una cámara instalada en el tablero de un vehículo que circulaba por el lugar registró parte de la secuencia. En las imágenes se observó a Boris Gurman intervenir de inmediato, forcejeando con el agresor. Logró quitarle una de las armas. Durante algunos segundos intentó impedir que continuara el ataque, mientras otras personas buscaban refugio.

Sofía Gurman se sumó al intento de contención y permaneció junto a su esposo durante el enfrentamiento. Sin embargo, el agresor logró hacerse con otra arma y disparó contra la pareja a corta distancia. Ambos murieron en el lugar.

Luego del ataque, familiares del matrimonio difundieron un comunicado en el que señalaron que la intervención reflejó la forma de vivir de ambos, marcada por la ayuda a los demás, incluso en situaciones extremas.

El atentado fue perpetrado por Sajid Akram y su hijo Naveed, de 24 años. De acuerdo con el reporte oficial, además de las 15 víctimas fatales —entre ellas una niña de 10 años— al menos 42 personas resultaron heridas. En el vehículo utilizado por los atacantes se hallaron armas, explosivos caseros y material de propaganda extremista.

Las autoridades australianas calificaron el hecho como un ataque terrorista con motivación antisemita, ocurrido durante una celebración vinculada a la festividad judía de Janucá. El primer ministro Anthony Albanese afirmó que el objetivo fue la comunidad judía y anticipó que el gobierno nacional avanzaría en una revisión de la legislación sobre control de armas.

Además del matrimonio Gurman, otros civiles intentaron intervenir para frenar a los atacantes. Entre ellos, un comerciante de la zona que resultó gravemente herido tras forcejear con uno de los agresores y otro vecino que murió al intentar proteger a personas que escapaban del lugar.

La investigación quedó a cargo de las autoridades federales australianas, que continuan analizando el accionar de los atacantes y las fallas en los controles previos al atentado.