SANTIAGO DE CHILE (EFE). Más de un centenar de escolares fueron detenidos ayer en Santiago y otras ciudades chilenas durante un paro convocado por los estudiantes secundarios en demanda de mejoras en el sistema de enseñanza y en protesta por el desalojo policial de varios colegios que estaban ocupados por sus alumnos. Cerca de 3.000 jóvenes que intentaron desplazarse desde sus colegios hacia el centro de Santiago fueron dispersados por la policía con carros lanzaagua y gases, acción que también afectó a periodistas y reporteros gráficos que cubrían la marcha.

    En varias oportunidades, los estudiantes se reagruparon con el fin de llegar a la Plaza de Armas o al Ministerio de Educación, pero todas las veces fueron rechazados por un fuerte contingente policial. En el municipio de Providencia, en tanto, cerca de 500 estudiantes de los colegios José Victorino Lastarria, Carmela Carvajal y Siete de Niñas se apostaron frente a la municipalidad para protestar por la decisión del alcalde, Cristian Labbé, de expulsar a 41 alumnos del Lastarria, quienes habían ocupado el establecimiento. En la ciudad de Puerto Montt, a 1.044 kilómetros al sur de Santiago, al menos 15 estudiantes fueron detenidos cuando un grupo de 500 escolares intentó salirse del circuito autorizado por Carabineros para marchar.

DISCURSO OFICIAL. El ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, dijo ayer a los periodistas que no hay razones para esta nueva movilización y afirmó que la ciudadanía y la comunidad escolar están cansadas de estas acciones. “Hay muchos estudiantes que no pueden ir a clases por las tomas de los establecimientos, por eso ayer se autorizó el desalojo por parte de la policía”, añadió Lagos Weber. Aseguró que no le gustaba aplicar este tipo de sanciones, “pero cuando se llega a un límite, hay que poner orden”, apostilló.

SIN JUSTIFICACIÓN. Por su parte, la ministra de Educación, Yasna Provoste, afirmó que los hechos de violencia no ayudan al movimiento estudiantil, ya que entiende que no es la forma de reclamo más correcta. La funcionaria aseguró que las movilizaciones programadas para esta semana no tienen ninguna justificación. “No hay ninguna justificación para perder clases, no hay ninguna justificación para que estudiantes que quieran llegar a sus establecimientos educacionales se vean impedidos por grupos minoritarios que, en una acción violenta, usurpan los colegios”, añadió Provoste.