Hace más de 20 años atrás, atropellados por una crisis formidable en la que no había liquidez luego de una década de convertibilidad, los gobernadores argentinos decidieron emitir cuasi monedas. Es decir, papeles avalados por cada Estado provincial, que servían para pagar obligaciones de todo tipo, incluso sueldos de agentes estatales.

El más famoso fue el Lecop a nivel nacional y, en el caso de Mendoza, la emergencia de aquel momento forzó a emitir el Petrom, avalado por una de las joyas locales, las regalías hidrocarburíferas. Las vueltas de la vida política han hecho que La Rioja sea la primera jurisdicción en volver a esta especie de Estanciero político y real para poder abonar los salarios estatales.

Hay al menos una diferencia respecto de otras épocas: el mismo presidente Javier Milei aseguró que no saldrá al rescate de estas cuasi monedas. Está la libertad de emitirlas, pero cada mandatario tendrá que hacerse cargo.

El actual escenario de crisis encontrará a cada provincia de acuerdo a cómo la hayan administrado en todos estos años, donde Nación subsidiaba de todo y de manera arbitraria, según la afinidad política. Si hubo despilfarro, entonces, la caída será más brutal. Si hubo equilibrio fiscal, entonces, la piña dolerá menos.

El ajuste tocará a todos por igual, pero la diferencia estará en aquellos que previeron y fueron ordenados con sus cuentas.