La ilusión estaba y aún hoy sigue intacta, pero el Tomba continúa sin poder levantar cabeza, y eso preocupa. Ya son cuatro fechas y un poquito (lo que se jugó del partido con Arsenal) sin ganar ni convertir. Causa interrogantes saber que los dirigidos por Juan Manuel Llop juegan poco fútbol y concretan nada. Por momentos, es un equipo vacío de ideas, sin fundamentos para encarar hacia el arco adversario, y ayer reafirmó las dudas. Por la 5ª fecha del torneo Apertura de AFA, Godoy Cruz volvió a ser derrotado en cancha ajena.

    Esta vez fue Colón de Santa Fe quien no se apiadó de los mendocinos y con dos goles de Gastón Esmerado ganó 2 a 0 y se quedó con los tres puntos. No desentonando con el apodo del Brigadier General Estanislao López, Colón lo sepultó en su cancha: el Cementerio de los Elefantes. Al local no le sobró nada, pero al Expreso le faltó muchísimo. Tan sólo 2 minutos pasaron para que llegara la primera advertencia de la dupla de ataque Fuertes-Enría.

    Fue centro del Bichi para El Cai, que alcanzó a cortar justo Nelson Ibáñez. Nuevamente Fuertes avisó peligro sobre el arco bodeguero. Tras un córner, sin marca, El Bichi casi anota de cabeza. Primera advertencia de lo que sería un trauma para Godoy Cruz: las pelotas paradas, espina de Llop y compañía. A los 16’ llegó lo que se predecía. Córner desde la izquierda del Totono Grisales y en medio del área esperaba El Gato Esmerado para cambiarla de palo y dejar clavado de pies al Loco Ibáñez. La parcialidad sabalera pedía garra y sus jugadores respondieron en la red.

    Seis minutos después, el rojinegro empezaba a romper con el maleficio de varios partidos sin conocer la victoria (ver página 3). Después de un foul del Chango Cárdenas, la pelota detenida fue a parar al medio del área tombina, para que Esmerado la empujara al fondo del arco. El balón lo amortiguó Ibáñez y cuando entraba, lo sacó Buján. A instancia del juez de línea número dos, Julio Castellano, el tanto fue convalidado.

    El Sabalero se ponía 2 a 0 y se motivaba para más. Grisales insinuaba desde afuera y respondía el arquero. Hubo un clic en el partido que podría haber cambiado esta cuestión. El Pipa Villar ganó una bocha que Guagua ya daba por perdida, habilitó a Enzo Pérez que esperaba el pase atrás y ya sin la resistencia de Laureano Tombolini, El Principito, de tijera, la tiró por arriba del ángulo. Godoy Cruz tuvo el descuento cerca, pero no pudo con su karma.

    Sobre el final del la primera etapa, infantilmente Cárdenas abandonaba la cancha por doble amonestación y Godoy Cruz quedó casi condenado a la derrota: 45 minutos por jugar, con uno menos y dos goles abajo. Poy dejó por un momento de lado su compañerismo y terminó él una buena situación de ataque, pero no se dio y en esa misma jugada Mendoza quedó solo frente a Tombolini, pero se demoró en la definición. Para el complemento, El Chocho optó por no desajustar su sistema táctico y puso a Barrera en lugar de Mendoza. Llop logró su cometido y no sufrió riesgos, pero tampoco manifestó oportunidades de gol.

    La única jugada de peligro en el segundo tiempo la tuvo Fuertes, cuando quedó mano a mano con Ibáñez, pero el uno ganó la pulseada. Colón si se lo proponía, tal vez se anotaba con otro festejo. No le sobraba demasiado, aunque el Expreso tampoco lo exigía. No hay que ser alarmistas, Tomba. Seguís generando expectativa e ilusiones, pero causa escalofríos pensar que las fechas pasan y todo sigue igual. No se gana, tampoco se hacen goles y los rivales suman. ¿Si se puede? Claro que se puede, sólo es cuestión de proponérselo y dejar por un momento esa timidez de equipo invitado. Perteneces a la Primera y de allí no debes irte.