Lila Gómez es psicoanalista, coordina talleres de escritura terapéutica y autobiográfica online desde el 2020, está realizando un doctorado de Psicología en la Universidad de El Salvador (Buenos Aires) y es la compiladora de “Polifonía de ‘La voz humana’ de Pedro Almodóvar.

El libro, escrito por un grupo de autores sobre el cortometraje La voz humana, de Almodóvar (2020), inspirado, a su vez, en el monólogo del mismo nombre de Jean Cocteau (1930), fue editado por Letra Viva. En el volumen participan profesores de la UBA, psicodramatistas y psicoanalistas de diferentes líneas, quienes aportan sus análisis del corto de Almodóvar, que puede ser pensado también como un caso clínico.


La obra también permite una lectura de género respecto del duelo amoroso en la mujer a través del último siglo y de notas autobiográficas de Pedro Almodóvar (de su libro El último sueño de 2023). En las páginas, dialogan las distintas teorías psicoanalíticas aportando desde el vértice freudiano, winnicottiano, lacaniano y bioniano.
Además, se enfatiza en una mirada cinematográfica que nos invita a adentrarnos en el ser humano.

Las obras que analiza el libro desde una perspectiva psicoanalítica

El texto de Cocteau “La voz humana” (1930) narra el drama de una mujer durante la última conversación telefónica con su amante, quien la abandona para casarse con otra. Ella es incapaz de sobreponerse a esta despedida y toma la trágica decisión de matarse. Almodóvar, en su primer cortometraje, “La voz humana”, filmado durante la pandemia en el 2020, subvierte la pieza del francés no sólo desde una estética diferente (abundante en colores y texturas), sino también desde una concepción distinta del personaje protagónico, que rompe con su pasividad y supera la situación.

Lila Gómez coordina talleres de escritura terapéutica y autobiográfica. Credit: Daniel Caballero Loncarich 2019

Charlamos con Lila Gómez acerca del libro y los talleres que ella facilita.

¿Cómo definirías este libro? ¿Puede leerlo el público en general o requiere un lector especializado?

Son ensayos psicológicos desde el psicoanálisis en distintas vertientes (Freud, Lacan, Klein, Winnicott, Bion) y desde el psicodrama. Es para personas que les interese el cine, Almodóvar, y una lectura psicológica. Hay una mirada de especialistas en cine.

En el prólogo se habla de mise en abyme, ¿qué tiene que ver este recurso en el libro?

La mise en abyme es un concepto que sirve para designar que hay una obra dentro de otra obra. El libro es una mise en abyme que se basa en la película que Almodóvar filmó durante la pandemia en el 2020 “La voz humana”, que a su vez es una mise en abyme o una versión libre del monólogo homónimo del escritor, crítico de arte, ensayista, pintor, director de cine y diseñador francés Jean Cocteau, de 1930. Varios directores filmaron versiones basadas en el texto de Cocteau, por ejemplo, Rossellini, Kotcheff, Roger. Pero la de Almodóvar es la versión más abierta, más libre. También lo reversionan escritores, por ejemplo, lo toma Camila Sosa Villada en su última novela “Tesis sobre una domesticación”. En el libro vamos viendo cómo avanza la elaboración de los duelos de las mujeres entre una y otra versión.

Portada del libro.

¿Y cómo avanzan?

En Cocteau, hay una mujer más sometida, que siente que su vida se termina, de hecho, se suicida, frente a la pérdida de su amante, que decide casarse con “la mujer correcta”. Se trata de una mujer madura, que siente que ha perdido su belleza, su vida no tiene sentido. Era la mentalidad de la época. Ella no logra gestionar su duelo. No concibe la vida sin su amante. En Almodóvar, esa mujer está empoderada, está subjetivada, tiene vida propia. Hay aspectos interesantes que en el libro vamos desglosando, por ejemplo, la relación de la mujer con el perro de su amante, que representa el instinto. Lo que hacemos en el libro es ayudar a los lectores en las posibles interpretaciones, ofreciendo otras miradas y enriqueciendo la propia.

¿Cómo fue la dinámica de trabajo entre los autores?

Yo los convoqué y los invité a este proyecto para que escribieran sus análisis sobre el cortometraje de Almodóvar. En principio, sin que ninguno supiera nada sobre la lectura de los demás.

¿Quiénes son los autores?

Dora Serué (docente e investigadora de la UBA), Irene Barros (magíster en Psicología Clínica), Silvia Laura Neborack (médica, psicoanalista y participante en grupos de discusión de cine), Eugenia Salas (licenciada en Psicología), Graciela Woloski (licenciada en Psicología y psicoanalista), Hilda Catz (doctora en Psicología, autora y guionista de libros, videos y cortometrajes), Damián Kaplan (docente, psicoanalista, especialista en Psicodrama) y yo, Lila Gómez.

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¿Cómo fue tu tarea de compiladora?

Primero, editando las informaciones repetidas. Mi ordenamiento fue desde la relación de Cocteau con su escrito, un escrito que actualmente tiene vigencia, para luego llegar a la inclusión de Almodóvar, como el tercero que viene a generar nuevas cosas. Por último, mi escrito, al final del libro, que plantea la salida exogámica de la película para ver dónde se puede encontrar esto que refleja el film en la realidad. Ese fue el criterio. Pero, además, es interesante la pregunta, porque el proyecto fue pasando por varias etapas y un poco replicó lo que pasa con la materia que analizamos en el libro. En un momento, como pasa en Cocteau, pensé que el proyecto se moría. Tuve una mala experiencia con un editor que nos maltrató, con una visión muy sexista y descalificadora, por ser yo del interior, porque varias de las autoras eran mujeres… Lamentablemente, aún hoy, no es lo mismo ser mujer que ser varón, ni tampoco ser del interior o ser de Buenos Aires. Pero, finalmente, el proyecto salió, como pasa con las “chicas Almodóvar”, porque tomamos las riendas, asumimos los riesgos y conseguimos editar.

La escritura terapeútica y autobiográfica

Además de haber realizado esta investigación y compilación de trabajos, ejercés como psicoanalista: hacés consultorio y también talleres online.

Sí, hago talleres desde el 2020, a través de Google Meet. Ya he hecho aproximadamente unos doce talleres. La idea es reunirnos de una hora y media a dos, en forma virtual, durante cuatro semanas para construir entre todos, un momento de creatividad y de
encuentro con distintos aspectos de cada uno, a través de la escritura.

¿Qué es un taller de escritura terapeútica?

El taller de escritura terapéutica tiene como objetivo encontrarse con uno mismo a través de las palabras. Si bien se realiza en grupo, hay cierta intimidad, porque son online y cada uno desde su ámbito escribe. Luego hay una puesta en común de las experiencias pero no del escrito, el escrito es íntimo. Es distinto poder realizar una escritura íntima que una en la que se sabe que va a haber un lector, un receptor. Las posibilidades de juicio funcionan en forma distinta. El método que yo propongo tiene que ver con la asociación libre de Freud, dejarse llevar por lo que va surgiendo. Él se inspira en un escritor. Lo toma como mètodo terapèutico y yo he realizado una adaptación para que a través de un método de escritura las personas podamos acceder a aspectos del preconsciente y del inconsciente. Se puede llevar también como trabajo a las terapias.

¿Cómo son los ejercicios?

Son una combinación de psicología y escritura. Ayudan a superar y revisar ideas limitantes. También brindan la posibilidad de generar nuevas formas de pensar nuestro pasado, presente y futuro.

¿Por qué hacer el taller en vez de ir a terapia?

El taller de escritura apunta a realizar un recorrido en el que el grupo sostiene, hay una elaboración grupal. No es una mera catarsis, algo evacuativo, sino que se pretende un proceso elaborativo, pero desde la espontaneidad y la expresión libre. Como el ejercicio de escritura puede ser movilizador, yo ofrezco un acompañamiento en cuanto a eso desde mi rol de psicoanalista. El taller te invita a encontrarte con tu versión de los hechos y también a ir historizándote. No se comparten los textos pero sí experiencias o comentarios que ayudan a construir.

¿Los textos resultantes del taller se publican?

No, son de la intimidad de cada persona que participa. Se comparten en forma voluntaria. A veces me los comparten para que yo comente o trabaje algún aspecto desde la psicología, pero nadie está obligado a mostrar ni compartir o leer en grupo. Tampoco se necesita ninguna formación previa en literatura o lengua. Además, de hecho, hay un acuerdo de confidencialidad y nadie tiene que develar su identidad, se trabaja con seudónimos en los encuentros.

¿Cómo empezaste con esta modalidad terapéutica?

Mi motivación fue realizar un enlace entre la escritura y la salud mental. Considero que el método de la escritura ayuda a la elaboración y el esclarecimiento de la vida psíquica. Freud, por ejemplo, ganó reconocimiento por su trabajo literario, y el psicoanálisis trasciende a partir de la escritura científica. El mismo Freud decía que a través de la escritura él pudo aclarar gran parte de sus teorías y hallazgos clínicos. Hay un valor en el trabajo psíquico de la escritura.

¿Cuándo será el próximo taller?

Voy a comenzar uno el 9 de marzo.

Podés consultar información en escrituratya@gmail.com y seguir a la licenciada Lila Gómez en redes:

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