El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, aseguró que su gobierno marcará “un cambio real” en el país y afirmó que será “el presidente de todos, sin excepción”, tras imponerse con amplitud en la segunda vuelta electoral.
En su primer discurso como mandatario electo, pronunciado la noche del domingo frente a miles de seguidores en Santiago, sostuvo que la ciudadanía le otorgó “un mandato claro, que no admite excusas: no quiere continuidad”.
Fiestas: Cornejo confirmó una de las medidas más esperada por los estatales mendocinos
Desde el Gobierno de Mendoza confirmaron que otorgarán un asueto para la Administración Pública provincial los días miércoles 24 y 31 de diciembre de 2025, en línea con la medida dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional a través del Decreto 883/2025,…
Kast, líder del Partido Republicano, ganó el balotaje con el 59,1 % de los votos, superando a la candidata de izquierda Jeannette Jara, que obtuvo el 41,8 %. El resultado lo convierte en el primer dirigente identificado abiertamente con la defensa del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) en llegar a la presidencia desde el retorno de la democracia en Chile.

Durante su discurso, el mandatario electo pidió a Dios “templanza y fortaleza” para estar a la altura del desafío y prometió restablecer el respeto a la ley y el orden público, ejes centrales de su campaña.
“Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad”, afirmó, al tiempo que aseguró que Chile “volverá a ser libre del crimen, de la angustia y del temor”.
Según destacó, su triunfo se extendió a las 16 regiones del país y representa una de las victorias más amplias en una segunda vuelta presidencial desde el regreso a la democracia, solo superada por la obtenida por Michelle Bachelet en 2013. Kast remarcó que Chile necesita recuperar “empleo digno” y “orden en las calles y en el Estado”, y sostuvo que “el orden no es un capricho, es justicia”.
Los ejes del nuevo gobierno
El presidente electo señaló que la seguridad, el control migratorio y el progreso económico serán los principales pilares de su administración. En ese sentido, advirtió que quienes no cumplan la ley “recibirán todo el peso de esa ley” y adelantó que impulsará medidas de mayor responsabilidad parental y sanciones más duras frente a hechos de violencia protagonizados por jóvenes.
Kast agradeció el respaldo de referentes de la derecha tradicional y de la ultraderecha, como Evelyn Matthei y Johannes Kaiser, y los convocó a construir un gobierno “en unidad” y “sin cuoteos”, en una señal hacia la conformación de su futuro gabinete.
Aunque aseguró que los cambios comenzarán “de inmediato”, el mandatario electo aclaró que los resultados de su gestión “no se verán de un día para el otro”, y pidió moderar las expectativas.
Por otro lado, durante un tramo destacado de su discurso, Kast pidió a sus seguidores evitar agravios contra su rival electoral. Solicitó silencio ante los cánticos dirigidos a Jeannette Jara y llamó al respeto: “Es una persona igual que nosotros, aunque piense distinto”. Además, valoró el “coraje” de la exministra por haber sostenido su candidatura hasta el final.
De 59 años, Kast llegará al Palacio de La Moneda tras su tercer intento presidencial y reiteró que renunciará a su militancia partidaria para dar una señal de amplitud política, siguiendo el antecedente de expresidentes como Patricio Aylwin y Sebastián Piñera.
La celebración del triunfo estuvo marcada por escenas controvertidas: entre banderas chilenas y símbolos de campaña, algunos simpatizantes exhibieron retratos de Augusto Pinochet y corearon consignas a su favor, un hecho que volvió a poner en el centro del debate el vínculo del presidente electo con la herencia de la dictadura y anticipa un clima político de fuerte polarización en el país.
