Los negociadores del GRIS junto al equipo táctico del GES.

Un hombre que se atrincheró armado en su departamento y amenazó con suicidarse generó un importante despliegue policial la mañana de este domingo en Las Heras.

Al parecer, el sujeto descubrió que su ex novia, quien lo dejó recientemente, tenía nueva pareja y eso provocó la situación de crisis. Luego de más de dos horas de negociaciones, depuso su actitud, se entregó y quedó internado en un hospital.

La historia comenzó pasadas las 9, cuando una llamada a línea de emergencias 911 dio aviso sobre un hombre, de 36 años, encerrado en el interior de su vivienda, en un complejo de calles Catamarca y San Luis.

La información recepcionada en la comunicación agregaba que el individuo portaba un arma blanca, se había autolesionado y tenía claras intenciones de acabar con su propia vida.

Uniformados arribaron al lugar en cuestión de minutos y confirmaron la veracidad del hecho, por lo se activó inmediatamente el protocolo de actuación para situaciones de crisis de alto riesgo.

Ante eso, personal del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) y del Grupo Especial de Seguridad (GES) se desplazó hasta la escena.

Mientras aguardaban la llegada de los especialistas, los efectivos de la Unidad de Acción Preventiva (UAP), de la Unidad Especial de Patrullaje Las Heras (UEP) y de la Comisaría 16ª hicieron el primer abordaje, estableciendo que el hombre presentaba lesiones cortantes visibles en el cuello, pecho y brazos.

Al cabo de algunos momentos, los negociadores del GRIS tomaron control de la situación e iniciaron los diálogos con el atricherado, quien continuaba con su determinación autoagresiva.

Mediante las primeras charlas se pudo establecer que el hombre estaba atravesando un “proceso de duelo”, debido a que se había separado de su pareja y recientemente había visto a la mujer junto a un nuevo compañero sentimental.

Además, confesó a los policías que se sentía culpable del quiebre que tuvo su relación, ya que le había sido infiel. En ese sentido, detalló que por profesar la religión islámica, entendía que era normal tener varias esposas como en medio oriente, pero descubrió que en el occidente la realidad es muy distinta.

El hombre también aseguró que su deseo era ver feliz a su ex novia, pero que no podía superar la desgracia de haberla perdido de esa manera y que lo único que lo frenaba para suicidarse era que estaba atravesando en el Ramadán, un mes sagrado para la fe musulmana.

Y agregó que se encontraba con tratamiento psicológico porque había tenido otros episodios de autoeliminación, explicando que no deseaba recibir ningún tipo de medicación ni asistencia médica.

Más allá de la disposición del sujeto para hablar, las horas pasaban y las heridas que se provocó empezaban a revestir gravedad, motivo por el que los policías de elite del GES se organizaron para irrumpir en la vivienda y rescatarlo mediante el uso de la fuerza.

También esperaba afuera de la vivienda una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), para asistirlo rápidamente ante cualquier eventualidad.

Sin embargo, en medio de las charlas, uno de los negociadores le comentó que era su cumpleaños. Al enterarse de eso, el hombre se disculpó por no poder ofrecerle ningún obsequio y lo invitó a tomar unos mates.

El efectivo le puso como condición para aceptar su cordial propuesta, que dejara el cuchillo que estaba manipulando. Así, el policía ingresó a la casa y terminó de convencer al sujeto para que se pusiera a disposición de las autoridades.

Seguidamente, fue asistido en el lugar por los médicos del SEC y luego lo trasladaron al Hospital Lagomaggiore, donde quedó internado con custodia policial.

En la causa intervino la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, que tiene injerencia en situaciones de crisis de alto y altísimo riesgo.