El policía de Investigaciones Diego Salinas fue condenado la mañana de este miércoles a seis años de cárcel a más de un año de su detención, tal como reveló El Sol. Estaba acusado de favorecer a un asaltante-homicida para que no lo atrapen durante meses mientras se escondía en San Martín y las pruebas fueron contundentes contra él.
El caso estalló a principios del año pasado, cuando el director de Investigaciones, José Vega, denunció penalmente el accionar de Salinas.
Lo apartó de la fuerza y a los pocos días la Justicia, a través de la fiscal Patricia Atur (también actuó la jefa de la Unidad Fiscal de Delitos No Especializados Laura Rousselle) imputó y ordenó la detención de este principal de la División Homicidios.
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Una de las pruebas más importantes de la instrucción fueron los audios que Salinas le mandaba al asesino Diego Vildoza (partícipe del crimen durante un asalto del carpintero Juan Carlos Moya, en noviembre del 2017) a través de la aplicación WhatsApp.
Los archivos terminaron de hundir la carrera de Salinas. Este diario accedió a los mensajes y también a las transcripciones. Los datos fueron reveladores. El efectivo le decía qué tenía que hacer Vildoza mientras se encontraba prófugo y cómo debía eliminar las pruebas que lo comprometían.
Le informaba cuándo lo iban a allanar y detallaba las conversaciones que mantenía con su jefe policial de ese momento, el comisario Fabio Rodríguez (actual responsable policial de todas las divisiones de Investigaciones) y el fiscal de la causa Moya, Gustavo Pirrello.
– “Yo te recomiendo que te cambies; que te cambies de casa lo más pronto posible”
– “Sacale el chip, que se use el teléfono sólo para WhatsApp”
– “El fiscal (Gustavo Pirello) quiere que caigas”
– “Eliminá todo del teléfono”
– “No sabés lo complicado que estoy por ayudarte a vos”
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Estos extractos de los audios fueron analizados durante el juicio que se culminó la mañana de este miércoles luego de tres jornadas. La jueza Nancy Lecek coincidió con el Ministerio Público y sentenció a Salinas a seis años de cárcel.
El policía, quien todavía forma parte de la fuerza, cumplirá la pena en su domicilio. Se encontraba con ese beneficio pero la jueza hizo lugar a un pedido de la fiscal Rousselle para que le coloquen a una pulsera electrónica que permita su monitoreo.