En 2021, la Municipalidad de Guaymallén dio un golpe inédito contra uno de los íconos mendocinos y decidió que no se elegiría reina de la Vendimia en el departamento. Pero aquella jugada terminó dos años después con un fallo de la Suprema Corte de Justicia en contra y una polémica que funciona como arena movediza.

Dos días antes de la fiesta, que es esta noche, las autoridades de la municipalidad no habían aclarado cómo sería el sistema de elección. Finalmente, y quizás por el apuro de los medios para aclarar algo que ya era vidrioso, salieron a explicar cómo sería la metodología para saber cuál sería la reina que forzó por una sentencia.

Primera moraleja: el intento de progresía cayó derrotado por el peso de la realidad. Como la cabeza del Cóndor.

Con poco tiempo, la alternativa que adoptó la comuna también llamó la atención. Un filtro de candidatas a partir de un examen de cultura general, algo que muchos detractores de la fiesta reclaman que debería adoptar la Vendimia -porque la consideran un concurso de belleza-. Esta intelectualización parecía cuajar para salir pronto del conflicto y a pocos días de la fiesta. Pero no.

El método con el que se elegirían a las 19 candidatas finales resultó poco transparente y hasta generó un nuevo conflicto con las postulantes. A diferencia de una elección tradicional, donde se muestra a una joven por distrito sobre un escenario, en este caso se decidió que los vecinos de Guaymallén votarían a cada representante por una frase.

Así, la municipalidad se definió por una elección sin imagen, antivendimial, si se quiere, porque esta celebración es iconografía. El problema en este caso es que ni siquiera las postulantes llegaron a saber cuál es la frase que les corresponde. Peor: ni siquiera las escribieron ellas, según adujeron algunas.

En otras palabras, donde la municipalidad de Guaymallén intentó ser novedosa y de avanzada, terminó alquilando un conflicto de novela y pecando por falta de transparencia.