La Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA) informó este lunes que comenzarán a cobrar un copago o bono de $3.000 a los afiliados de prepagas. La medida también será aplicada por los especialistas mendocinos.

De esta manera, los bioquímicos se sumarán a los profesionales de la salud que ya están cobrando un “valor ético mínimo” por la consulta. En la provincia, son más de 60 las especialidades médicas que están en guerra con las prepagas.

Según consignaron los bioquímicos, se trata de una forma de generar recursos que “les permitan afrontar los gastos que las prestaciones implican y que las empresas no reconocen como debieran”.

Así lo expresó la titular de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), María Cecilia López, quien admitió que el problema “viene de arrastre durante de todo el año, ya que nunca se trasladaron incrementos acordes al proceso inflacionario y en este último tiempo, con la escalada descontrolada de precios fijados por los proveedores de insumos y reactivos, debido a los problemas de importación, ha provocado que esa brecha de incrementos que nos separa sea insostenible”.

CUBRA justificó la medida al definir que en caso contrario no podrían hacer frente a la actividad como se desarrolla normalmente.

En Mendoza, esta decisión fue acatada por la Asociación Bioquímica de Mendoza. Así lo confirmó a este diario su presidente, Gustavo Yapur quien adelantó que este comunicado se trata de una especie de ultimátum para las prepagas y que, de no acordar un aumento esta semana, el cobro comenzará a implementarse desde el próximo lunes 13 de noviembre.

Al igual que ocurre con los médicos de la salud privada, el monto final que pagará el afiliado estará atado al acuerdo que su prepaga alcance con el sector. Por ejemplo, si la prestadora acuerda un aporte de $2.000, el paciente deberá abonar la diferencia hasta alcanzar los $3.000.

“Hemos pedido y negociado un aumento. En lo que va del año tuvimos un 83% de incrementos por parte de la Superintendencia de Salud, si comparamos con la inflación interanual tenemos un atraso del 40%”, expresó Yapur a El Sol, quien además destacó que los insumos con los que trabajan sufren modificaciones en sus precios de forma diaria, que “casi la totalidad están atados al precio del dólar” y que se mantiene la preocupación por faltantes o demoras en, por ejemplo, marcadores de enfermedades inmunológicas.

Hace algunas semanas, desde CUBRA ya habían advertido que tomarían la decisión de dejar de atender a los pacientes que concurrieran a atenderse vía obras sociales o prepagas si no se corregían los desajustes causados por la inflación y los retrasos en los pagos.

“Muchas prepagas no está aceptando la reducción en los tiempos de pago. El mejor escenario son 15 días desde el día de facturación, pero algunos demoran 60 días en liquidar las facturas, con la inflación que hay se termina licuando”, explicó Yapur.

“Ante este contexto extremo y dificultoso, y ante la indiferencia de quienes tienen a cargo el financiamiento de la salud, los bioquímicos estamos en riesgo de no lograr mantener el normal funcionamiento de nuestros servicios y la única opción o alternativa que nos queda es cobrar un bono compensador de emergencia, para continuar brindando la cobertura en los convenios en desequilibrio económico/financiero”, concluyeron en su comunicado oficial.

Sobre este punto, el director de la Asociación Bioquímica de Mendoza apuntó: “Las prepagas se tienen que hacer cargo de esto”.