En el marco de los festejos por la llegada de 2026, Mendoza pone en marcha un esquema integral de vigilancia ambiental y recreativa que abarca embalses, ríos y áreas de riesgo. La medida busca reducir accidentes y minimizar la posibilidad de incendios en un contexto de altas temperaturas.
El dispositivo contempla un refuerzo de inspecciones vinculadas a la actividad náutica, con mayor cantidad de agentes recorriendo los espejos de agua y operativos coordinados con Bomberos y la Policía de Mendoza.
Durante estas jornadas se verificará la documentación obligatoria de las embarcaciones, la presencia de elementos de seguridad y la habilitación correspondiente de quienes conduzcan naves a motor. También se recuerda que la navegación nocturna está prohibida y que no se puede ingresar a zonas no habilitadas.
Los organismos provinciales recordaron que las prácticas acuáticas solo están permitidas dentro de áreas señalizadas y bajo supervisión de guardavidas.
A su vez, continúa prohibido el ingreso a sectores expresamente vedados, como el lago del Parque General San Martín.
Las autoridades remarcaron que el esquema no tiene un fin exclusivamente sancionatorio, sino preventivo. Las multas previstas por incumplimientos oscilan entre montos menores para faltas leves y cifras millonarias en casos considerados gravísimos, según el valor actual de la Unidad Fija.



En paralelo, el Plan Provincial de Manejo del Fuego mantiene guardias activas y patrullajes constantes en zonas sensibles. En sectores de alta concurrencia se realizan controles conjuntos con el Ministerio de Seguridad para desalentar prácticas prohibidas como fogatas fuera de espacios habilitados, uso de pirotecnia o abandono de residuos inflamables.
