A partir de un relevamiento de diario El Sol sobre el crecimiento en la estructura de prensa en el Gobierno provincial, distintos referentes de la oposición y de los gremios indicaron que Francisco Pérez está construyendo su “propio relato” en Mendoza.

La contratación por 105 mil pesos para la prensa y publicidad en el hospital Scaravelli, de Tunuyán, abrió la interrogante sobre el aparato comunicacional que el Gobierno ha montado en los últimos años, con algunas incorporaciones significativas a la hora de comunicar los actos públicos. Sin embargo, desde la Subsecretaría de Comunicación Pública señalaron que no cuentan con un relevamiento propio de la cantidad de periodistas que se desempeñan en las áreas respectivas en distintos ministerios y organismos descentralizados. 

Sólo a partir de un conteo propio, ministerio por ministerio, El Sol pudo llegar a constatar de que en los últimos el plantel de periodistas en el Gobierno supere la cantidad de 100, entre personal de planta y contratados. Las tareas periodísticas se han ido diversificando, tanto como la creación de más organismos administrativos y políticos. Con todo, en este conteo quedaron algunos organismos por relevar, como Aysam o el EPRE. 

En esa línea, el secretario gremial de ATE, Roberto Macho, indicó que “algunos organismos autárquicos tienen gastos discrecionales y sobrefacturan en prensa”. 

El gremio estatal realizó en 2013 un estudio propio donde siguió el desempeño de las áreas de prensa y los recursos que se utilizaban para publicitar la obra pública. “Tendría que haber un presupuesto transparente para ser publicado”, sostuvo Macho. En esa línea, recordó los cuestionamientos que el sindicato ha hecho con el caso ocurrido en Tunuyán y la polémica disparada por una licitación vinculada a allegados al PJ. 

Por su parte, la médica Isabel del Pópolo señaló que con la estructura montada en los últimos años, Pérez está construyendo su propio “relato”. La secretaria general de Ampros, aseguró que “con la pauta publicitaria el Gobierno está impidiendo que se hablen de temas importantes”. 

En la misma línea, Víctor Dagfal apuntó que “la debilidad” de los gobiernos es crear ese relato. Según el referente de Sitea, se trata de “un relato vinculado a gestas, a que somos la nueva capital en el centro del país. Que los gobiernos herederon todos los problemas, que la culpa la tienen las anteriores gestiones. Y ahora con el Espiritu Grande, como si se pudiera medir el espíritu -para los que creen en el espíritu-“, señaló.

Dagfal remarcó en el slogan principal que Pérez viene utilizando desde el inicio de su gestión y con el que concluye sus discursos en cada presentación pública. 

Ese misma frase también sirve como remate de twits, cuando se publican logros de gestión, como el anunciado este miércoles por el Ejecutivo con la equiparación de las asignaciones familiares provinciales a las nacionales -que pasan de 220 a 600 pesos-. “Mucho de lo logrado son anhelos de años y serán, también, beneficios para el futuro de todos. De eso se trata el Espíritu Grande”, aseguró en su perfil oficial en la red de microbloggin.

En la Legislatura también hubo repercusiones 

El radical Armando Camerucci reconoció que “lo mejor que tiene Pérez, o lo único, es la cuestión comunicacional. Más allá de lo económico, ha puesto mucha voluntad”. El senador sanrafaelino describió el aparato comunicacional le ha servido a Pérez para “disimular las deficiencias de gestión”.  

“Todos los mendocinos creen que el Estado está subsidiando al agro, por una campaña fenomenal, cuando el agro lo único que tiene de subsidio es lo mismo que tiene el ciudadano común, la energía”, explicó. Y dio otro caso: “Empapelaron Mendoza con el vino a 3 pesos y anunciaron que habían sostenido el precio por un subsidio, pero ese precio no existe. Eso es construir un relato”.

En Diputados, el jefe de bloque Néstor Parés afirmó que Pérez “no tiene gestión y lo que hace es apostar a publicitar lo que no se hace, hasta cifras que son difíciles de demostrar. Apuesta más a vender una gestión que no es real, que la gestión misma”. 

Desde el FIT, Héctor Fressina sostuvo que “la política comunicacional tiende a justificar su política general, me parece lo que hay que discutir es la política general, cuestionamos de tener una orientación social del gobierno de favorecer los negocios capitalistas en desmedro de los trabajadores”.

“Este Gobierno, como fiel exponente K, desconfía de la opinión de los medios privados y ha sobredimensionado su aparato de comunicación”, consideró el presidente del PD, Richard Battagion. Y agregó: “No me extraña que como ha ocurrido en otras tantas áreas porque no están conformes con lo que dicen los medios, creen su propio aparato. Con Iniciativas en Acción es como si tuvieran un noticiero propio”.   

El caso Matar, un antecedente

Si bien Francisco Pérez buscó tomar distancia de su antecesor, Celso Jaque, cuestionado por sus problemas en la comunicación oficial, le costó despegarse de los escándalos judiciales que tuvo aquella gestión relativos a la contratación de publicidad. El caso Matar es un ejemplo, donde figuran Alejandro Cazabán -ex secretario general de la Gobernación-, el productor sanrafaelino Gustavo Matar -vinculado al anterior- y los ex jefes de prensa de Jaque, Pablo Catania y Ricardo Fúnez, que sigue trabajando para el Gobierno como jefe de prensa en Seguridad. 

En febrero de este año El Sol confirmó que, pese a la situación judicial de Matar, el Gobierno seguía contratando al productor sanrafaelino imputado como partícipe necesario en la sobrefacturación de los servicios de publicidad al Estado provincial. En ese momento, Matar tenía sus equipos de transmisión a disposición del ministerio de Cultura para actividades vendimiales. Hubo versiones cruzadas en el Gobierno, pero aseguraban que los servicios habían sido tercerizados por otra productora. Posteriormente, el propio Francisco Pérez denunció ante la Justicia al productor por amenazas.