Al no contar con el apoyo de los aliados, el radicalismo se vio obligado a analizar cambios en el proyecto de reforma de la Suprema Corte de Justicia y se dilató su tratamiento. Antes de la reunión de comisión del próximo martes deberá ingresar una “propuesta superadora” del máximo tribunal para que se vote el despacho y llegue a Diputados el miércoles, como pretende el oficialismo.

Los tiempos previstos por la Unión Cívica Radical (UCR) para avanzar en la Legislatura con la iniciativa enviada por el gobernador Rodolfo Suarez no resultaron como se estimaban y su tratamiento se estiró. Sin el voto del PRO ni del Frente Renovador en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) no hubo dictamen. Por esto, se decidió pedirle a los magistrados un aporte formal. 

Ahora se espera que los jueces consensuen y envíen una “propuesta superadora”. El radicalismo buscará, con el apoyo de un socio político, que el martes haya despacho para tratar el proyecto el miércoles en Diputados. Caso contrario, la discusión se extendería otra semana.

El radical Andrés Lombardi, presidente de la cámara baja, envió el pedido a Dalmiro Garay, presidente del tribunal. “a efectos de solicitarle y por su intermedio a todos los miembros que integran la Suprema Corte de Justicia, tengan a bien hacer llegar a la Comisión enunciada una propuesta superadora de consenso en relación al Proyecto de referencia”.

Este será un desafío para el máximo tribunal, ya que se encuentra atravesado por una grieta política que se profundizó en los últimos años y que llevó a que, ante la falta de acuerdos, el Ejecutivo decida presentar una norma que establezca cambios en el funcionamiento de la Corte.

Actualmente, el tribunal tiene una marcada división: el sector filoradical, con Dalmiro Garay, Pedro Llorente, José Valerio y María Teresa Day, y el filoperonista, con Julio Gómez, Mario Adaro y Omar Palermo.

Para que la iniciativa avance, la UCR necesita sumar el voto de un aliado que permita el despacho favorable en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales, ya sea Gustavo Cairo (PRO) o Jorge Difonso (Frente Renovador-Unión Popular). El diálogo más cercano parece estar con el sector “amarillo”, quienes además están preparando una propuesta propia “para evitar que se naturalice la partidización de los miembros de la Suprema Corte”, en la que están “ultimando detalles”, indicaron desde ese espacio.

Difonso, presidente de LAC, afirmó que “así como está el proyecto es muy difícil que salga”, y agregó: “La Corte puede hacer un gran aporte para destrabar la situación y estirar al máximo el esfuerzo para que lleguen a un acuerdo”.

El Frente de Todos, en tanto, celebró que el radicalismo haya realizado ese pedido a la Corte. “Celebramos que triunfe la cordura y sea la propia Corte la que defina su funcionamiento, no la Legislatura. El Gobierno intentó politizar la Justicia, lo cuál no es bueno para la democracia”, manifestó el peronismo.

El diputado peronista Néstor Márquez, por su parte, sostuvo: “Si la Corte puede encontrar un mecanismo interno de funcionamiento, hay que retirar el proyecto de la Legislatura. Nuestras propuestas ya dijeron que no serán aceptadas”.

En cuanto a las modificaciones que podrían realizarse para que la iniciativa avance, el radicalismo no aceptaría cambios sustanciales. En otras palabras, mantendrían los aspectos que representan el espíritu de la norma, como la eliminación de las salas para terminar con el llamado “forum shopping” y la implementación de un colegio de jueces para sortear las causas. 

Sin embargo, cederían en sugerencias en cuanto a las competencias del administrador general de la Corte, a quien se le deja el manejo de los recursos y los nombramientos del personal; y que en todas las causas de inconstitucionalidad se llame a un pleno y diriman los siete magistrados.

En su funcionamiento administrativo, del 1 al 15 de cada mes, las demandas ingresan a la Sala I (donde se encuentran Gómez, Day y Llorente), y del 16 al último día del mes, entran por la Sala II (Adaro, Palermo y Valerio), que recibe las mayorías de las causas.