A medida que la cuarentena se va flexibilizando, varias cosas van volviendo a tener cierta “normalidad”. Sin embargo, muchos mayores de 60, al no poder ir a la peluquería, han tenido que aceptar el look “náufrago”, peinarse con colita o adoptar la moda bicolor (quienes se tiñen). Por eso, ruegan que se autorice un servicio a domicilio o un día exclusivo para emprolijarse, al tiempo que se cuidan, por una cuestión de higiene.